¿Qué le pasa al cuerpo de tu hijo si traga una pila de botón?

Las pilas de botón suponen un serio peligro para los niños, ya que pueden ingerirlas y sufrir graves consecuencias

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Las pilas de botón suponen un serio peligro para los niños, ya que pueden ingerirlas y sufrir graves consecuencias, señala el Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones Infantiles de la Asociación Española de Pediatría.

Es el caso de una nueva investigación presentada en 'Digestive Disease Week' (DDW) 2019, donde se advierte del daño al revestimiento del estómago, que puede ocurrir rápidamente cuando los niños tragan pilas de botón; por lo tanto, los médicos deben considerar la extirpación endoscópica inmediata, incluso cuando el niño no tenga síntomas y la batería haya pasado de manera segura a través del esófago estrecho.

Estas recomendaciones representan un cambio en la práctica actual de vigilar y esperar. "Sabemos que puede haber lesiones incluso cuando no hay síntomas", afirma la doctora Racha Khalaf, investigadora principal y especialista en Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Instituto de Salud Digestiva del Hospital Infantil de Colorado, en Estados Unidos. "Las baterías en el estómago causan daños, incluida la perforación de la pared gástrica, por lo que los médicos deben considerar retirar las baterías tan pronto como sea posible y no dejar que pasen por el tracto digestivo", añade.

Investigadores de hospitales pediátricos en Colorado, Florida, Texas y Ohio, todos estados de Estados Unidos, recopilaron datos sobre la ingesta de 68 pilas de botón desde enero de 2014 hasta mayo de 2018. Se realizaron investigaciones previas sobre las baterías de botón alojadas en el esófago, pero se sabe poco sobre el efecto en el estómago. "Hemos estado viendo más lesiones con las pilas de botón --dice Khalaf--. Las pilas vienen en juguetes, controles remotos, llaveros, tarjetas de felicitaciones y relojes. Están en todas partes".

Se encontraron lesiones erosivas en el revestimiento mucoso del estómago en el 60 por ciento de los casos revisados, sin una relación aparente entre el daño y los síntomas, o con la cantidad de tiempo transcurrido desde la ingestión. Esto sugiere que los médicos y los padres no deben esperar a que aparezcan los síntomas o el paso del tiempo, propone Khalaf, y agrega que retirar la batería antes evita tener que acudir en repetidas ocasiones a la sala de urgencias o al consultorio del pediatra y reduce las radiografías repetitivas u otras imágenes.

Las recomendaciones de los autores son más agresivas que las de dos organizaciones nacionales que han emitido recomendaciones sobre la ingestión de las pilas de botón. La Sociedad Norteamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica recomienda la observación cuando han pasado menos de dos horas desde la ingestión, la pila es de 20 mm o más pequeña y el niño tiene al menos 5 años de edad. El Centro de Envenenamiento de la Capital Nacional, que administra la línea directa de Ingestión de Baterías, actualmente recomienda solo la observación de las pilas de botón sin síntomas gástricos para permitirles pasar por el sistema digestivo.

La Asociación Española de Pediatría recomienda a los padres para que esto no ocurra que:

- Mantengan fuera del alcance de los niños las pilas de botón y los objetos que las contienen (mandos a distancia y otros objetos portadores de pilas de botón).

- Vigilen que la tapa de las baterías esté debidamente cerrada y, en caso de que esté estropeada o rota, asegurarse de que quede correctamente cerrada (por ejemplo, con una cinta adhesiva resistente).

- No dejen que los niños jueguen con las pilas de botón.