Tener siempre sensación de frío no es normal: Puede ser el síntoma de una enfermedad no diagnosticada
Con la llegada del invierno podemos confundir el frío normal que provoca la bajada de temperaturas con un frío que oculte una enfermedad que no sabemos que tenemos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Tenemos el invierno a las puertas y la sensación de frío se extiende entre la mayoría de la población. Es quizá en este momento donde sea más difícil distinguir si esa sensación de frío es una cosa normal, causada por las bajas temperaturas, o un síntoma de una enfermedad que podríamos estar sufriendo. Y es que arrastrar una sensación de frío constante no es bueno, es más, los médicos señalan que es bueno estar pendiente y acudir a un especialista en caso de que notemos algo extraño.
La enfermedad que se puede esconder detrás de la sensación de frío
Desde el medio digital '65 y más', han hablado con la doctora Nieves Fernández Letamendi, la cual cuenta con una dilatada experiencia como geriatra en el Hospital Quirónsalud de Zaragoza. La doctora ha explicado los problemas que causa la edad en la percepción que nuestro cuerpo tiene del frío y cómo, a medida que vamos ganando en años, la temperatura de nuestro cuerpo es mucho más difícil de regular.
En este mismo sentido, se pueden identificar algunas enfermedades que podrían estar detrás de una sensación de frío prolongada. Es decir, que si por norma general notas que tu cuerpo tiene dificultad para calentarse o que, al margen de la temperatura que se da en el exterior, tú tienes siempre frío, podría ser recomendable que acudieses a visitar a un médico.
Una de las enfermedades más comunes tras esta sensación térmica baja puede ser un trastorno tiroideo, lo cual está relacionado con el envejecimiento, un deterioro cognitivo e incluso estreñimiento. Si detectamos este tipo alertas asociadas a esa sensación de frío que no cesa, es cuando debemos ponernos en manos de un especialista por descartar el estar padeciendo algún tipo de enfermedad más grave que no permite una correcta regulación térmica de nuestro cuerpo.
La otra enfermedad que podría esconderse tras la sensación constante de frío, sería una diabetes que no nos hayan diagnosticado previamente. Debemos tener en cuenta otros factores, como una sensación de sed, idas constantes al baño para miccionar e incluso pérdidas de peso repentinas en las últimas semanas o meses.
Los problemas con el frío aumentan con la edad
Se trata de un proceso natural y, salvo que hayamos detectado algunos de los síntomas explicados anteriormente, no debe preocuparnos que, a más edad, más dificultad para regular la temperatura corporal. Lo cierto es que, tal y como cuenta la doctora consultada por el citado medio, lo que estaría detrás de todo es la pérdida de grasa subcutánea, donde se produciría una fragilidad capilar más alta.
Es así por lo que se explica que sean las personas mayores las que perciben el frío con mayor facilidad, aunque no esté haciendo un frío intenso en el exterior. En este tipo de casos, lo vemos ahora con el invierno a nuestras puertas, lo habitual es que nuestro cuerpo entre en un proceso de autorregulación donde se pierde calor de forma natural para favorecer la contracción de los vasos sanguíneos cutáneos.
Este proceso, cuando somos más mayores, puede derivar en un aumento de la presión arterial que también es recomendable vigilar con nuestro médico o especialista en salud. Lo que no se puede olvidar bajo ningún concepto es que, con la llegada del frío, existen colectivos vulnerables como son las personas que sufren enfermedades con dificultades para la movilidad.
Tener párkinson, algún tipo de demencia o seguir lastrando las secuelas de un ictus que hayamos padecido en el pasado, puede provocar dificultades para vestirse o abrigarse debidamente, generando así un riesgo para con las temperaturas bajas que se den en el exterior.
¿Qué hacer con una sensación de frío prolongada?
Como hemos visto, tener frío en invierno es normal. Nos lleva pasando toda la vida. Tener más frío que de costumbre, cuanto más mayores somos, también es normal, pero no podemos descartar que nuestro cuerpo esté ocultando una enfermedad no diagnosticada.
En cualquier caso, si siempre sentimos un frío no justificado con la temperatura del exterior, si la tiritona se apodera de nosotros cuando no debe o ante cualquier otra señal de alarma, es altamente recomendable acudir al médico. Sólo un especialista podrá descartar que estemos sufriendo algún tipo de enfermedad que puede ser tratada si se detecta a tiempo.