¿Tenemos la mayoría de padres un hijo favorito? Así afecta a los hermanos

Pocos padres reconocemos tener una preferencia pero, ¿es cierto o es un tabú admiitirlo? La psicóloga Laura Palomares nos muestra lo que se esconde detrás

María Bandera

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Es algo que negamos los padres una y otra vez, especialmente cuando nos preguntan nuestros hijos; les queremos igual y por tanto ninguno de ellos es favorito en casa. Lo admitamos o no hay estudios que dicen lo contrario. Uno de ellos, recogido por BBCNews, vendría a demostrar lo que ningún hijo querría escuchar; el 74% de las madres y el 70% de los padres en el Reino Unido han manifestado un trato preferencial hacia alguno de sus retoños. Pero qué hay de cierto en ello.

Basándose en su larga experiencia, la psicóloga Laura Palomares reconoce a cope.es que no se trata de "algo real ni usual". "Puede haber casos, pero depende mucho de las personas, incluso lo que hayan vivido en casa porque es algo que puede pasar entre generaciones".

Estar más pendiente de un hijo que de otro puede significar que nos estemos "proyectando en ese hijo, o si lo hacemos con los más pequeños, que tengamos la necesidad de protegerles".

Puede darse el caso también de que consciente o inconscientemente, pongamos el foco en uno de ellos por considerar que nos pueda cuidar en el futuro, algo que por otro lado no es muy habitual hoy en día, pero que puede resultar "muy dañino", señala la experta de Avance Psicólogos.

Portrait,Of,Smiling,Little,Girl,Hugging,Teddy,Bear,At,Home.

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RABIA

En su opinión no es bueno transmitir esa preferencia a los más pequeños ya que además de hacer " mucho daño" puede generar "sentimientos de tristeza y de soledad, que normalmente se traducen en rabia como forma de protección".

Para el hijo favorito es una presión fuerte y puede hacerles crecer con una idea distorsionada de sí mismos

LA PRESIÓN DEL ELEGIDO

Lejos de lo que se pueda pensar, esto no beneficia tampoco al hijo elegido. "Para ellos es una presión fuerte y puede hacerles crecer con la idea distorsionada de sí mismos, en el sentido de que tengan más derecho sobre el resto, algo que no les va a favorecer en su vida como adultos" , advierte la experta.

RIVALIDAD Y AUTOESTIMA

El hecho de mostrar una preferencia por alguno de nuestros hijos de una manera más o menos evidente, "puede generar muchas rivalidades y divisiones entre hermanos,, además de un problema de autoestima".

En este caso, los hermanos pueden crecer "comparándose no solo entre ellos, también con los demás, lo que puede condicionar la forma de relacionarse con sus amigos o en el trabajo".

Cuando la preferencia es muy marcada "el que queda fuera se puede sentir muy marginal, que no forma parte de la manada y eso es un dolor fuerte que requiere mucha terapia a posteriori".

QUÉ HACER SI TENEMOS UN FAVORITO

Lo primero es tratar de identificar las posibles causas que nos llevan a tener ese sentimiento. "Debemos estudiar si estamos repitiendo lo que hemos vivido en casa, bien porque fuimos el favorito y de manera inconsciente creemos que tenemos que elegir un favorito, o si éramos todo lo contrario, en cuyo caso, tratamos de hacer justicia protegiendo al que creemos que más se parece a nosotros", concluye Laura Palomares.