El documental 'Deep rising' inaugura en Madrid el Another Way Film Festival

El documental 'Deep Rising' ha inaugurado este miércoles el Another Way Film Festival, que proyectará en diferentes salas de Madrid, en Filmin y en la plataforma online del festival 43 películas -documentales, cortometrajes, ficción y miniseries- sobre la crisis ecológica.

La cinta, del director canadiense Matthieu Rytz, ha estrenado el festival que durante los próximos días -hasta el 25 de octubre- proyectará los 43 títulos en salas como el Institut Français de Madrid, los cines Golem o la Filmoteca, entre otras.

Tras las sesiones habrá coloquios sobre las temáticas abordadas en las películas, que profundizan en la crisis ecológica y social que atraviesa el planeta y abordan también las alternativas que pueden evitar el colapso.

Si volvemos a poner las prioridades donde tienen que estar, tenemos todos los recursos para enfrentarnos a la crisis más importante de nuestra era, ha subrayado en la inauguración Marta García Larriu, la directora del Another Way Film Festival.

Hasta hace poco no se han empezado a medir las externalidades ecológicas de nuestras actividades económicas; ha lamentado por su parte desde Economistas sin Fronteras uno de sus portavoces, Javier Esteban, quien ha advertido de las consecuencias de un modelo económico basado en el crecimiento infinito.

LOS RIESGOS DE EXPLOTAR LOS FONDOS OCEÁNICOS

La película de apertura, Deep Rising, explora la evolución de la industria de la minería submarina en un momento en que la Autoridad Internacional sobre los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés) regula esta actividad motivada por un ultimátum que la isla de Nauru, asentada sobre una zona estratégica de extracción de metales marinos, dio a la entidad en julio de 2021.

La película de Rytz plantea preguntas como a quién pertenecen en realidad los fondos marinos, quién debería beneficiarse de los recursos que albergan o qué costes acarrea este tipo de minería que se defiende como una solución a la crisis climática, pues los metales que se encuentran en las profundidades del océano son críticos para el desarrollo, por ejemplo, de baterías de vehículos eléctricos o de tecnología renovable.

La película muestra, de un lado, los avances en la regulación internacional del código que permitirá a empresas como la canadiense The Metals Company iniciar la extracción de los nódulos polimetálicos para usos comerciales, y, por otro, en las tecnologías que permitirán hacerlo a gran escala.

Esta mirada dentro de la industria y las tensiones geopolíticas por el control de los recursos contrasta con la de los activistas, pueblos originarios que elevan la voz contra la minería submarina, y científicos que reivindican el principio de precaución antes de destruir un entorno del que aún se conoce muy poco pero que se estima vital para la salud de los océanos.