Espacio natural protegido: el "difícil equilibrio" de una figura necesaria

La figura de espacio natural protegido requiere "un equilibrio difícil" puesto que hay que compensar a los habitantes del entorno por "abdicar completamente de todas sus actividades tradicionales" pero es necesaria para proteger el medioambiente, ha asegurado a EFE Pedro Nicolás.

Este geógrafo y alpinista acaba de publicar "Lo mejor de la Naturaleza en España· (Lonely Planet), una guía de espacios naturales protegidos que examina tanto sus aspectos geográficos y biológicos como los culturales y en la que se destaca la necesidad de esta medida de conservación porque "es la única forma de dar tiempo a que la sociedad y el concepto de medio ambiente evolucionen de otro modo".

La esperanza es que "en un futuro esta figura pueda dejar de ser necesaria, porque hoy por hoy sí que lo es" para garantizar la preservación de estos ecosistemas.

En su libro examina un total de 24 destinos entre Parques Nacionales, Naturales y Regionales aunque "no se trata estrictamente de una guía para montañeros o excursionistas avanzados" sino que busca a personas "que tienen una curiosidad un poco ilustrada de la naturaleza".

El texto incluye explicaciones detalladas sobre flora y fauna, geología, consejos de visita y propuestas de excursiones con diferentes grados de dificultad, si bien "no se limita a indicar dónde hay un buen mirador, sino que explica todos los valores que constituyen la esencia por la que ese territorio en concreto ha sido declarado espacio natural protegido".

Pedro Nicolás señala que, en un comienzo, la guía pretendía abarcar exclusivamente los Parques Nacionales, un total de 15 en el momento de comenzar la redacción, cuando todavía no se había incluido oficialmente en la lista el de la Sierra de las Nieves en Málaga.

"Existen muchos enclaves naturales en España que podrían optar a esta calificación", ha aseverado, poniendo como ejemplo el macizo de Gredos "por su fuerza geológica, su extensión y sus condiciones ambientales y socioculturales" pero también ha reconocido que "no podemos optar por un sentido purista de proteger todo" sino que es mejor garantizar la preservación de aquellos lugares "donde los valores naturales sean incuestionables".

En su obra asume la descripción de la Península Ibérica como "un continente en miniatura, menos extenso que lo que se entiende por continente, pero con tanta o más variedad" lo que "aún es más cierto si se considera el conjunto de España con sus dos archipiélagos, uno tan puramente mediterráneo y el otro tan subtropical y oceánico".

Finalmente, acabó seleccionando e incluyendo otros ocho Parques Naturales o Regionales con objeto de "cubrir una variedad de paisajes y zonas interesantes, que diera una imagen bastante completa" de la riqueza española en materia de biodiversidad.

Así, reúne descripciones de montaña, costa, marisma, terreno volcánico o forestal, aunque son los espacios de media o alta montaña los más representados debido a que predominan entre los diferentes sistemas naturales españoles.

Otro factor que justifica esta preferencia es que se trata de "las zonas que por sus características fisiográficas o topográficas mejor se han defendido de la acción artificial del hombre" a lo largo del tiempo.

Además de ejercer como profesor en la Universidad Autónoma de Madrid durante más de 35 años, la pasión de Pedro Nicolás por la naturaleza le ha llevado a recorrer múltiples parajes del mundo como las Montañas de la Luna, el Tibet, Groenlandia o la Patagonia entre otros destinos, así como a participar en la redacción de los informes previos para la declaración del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y, como técnico, en la revisión de planes de uso del de Ordesa y Monte Perdido.