CALOR CIUDADES

El urbanismo y el tráfico, principales causas de las "islas de calor" en las ciudades

Las áreas urbanas son cada vez más calientes, un fenómeno provocado por el efecto "islas de calor" localizado que se genera por la acción del hombre debido, sobre todo, al urbanismo, el asfalto y el tráfico, factores que incrementan la temperatura en las ciudades.

Agencia EFE

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Las áreas urbanas son cada vez más calientes, un fenómeno provocado por el efecto "islas de calor" localizado que se genera por la acción del hombre debido, sobre todo, al urbanismo, el asfalto y el tráfico, factores que incrementan la temperatura en las ciudades.

Así lo explica a EFE el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Extremadura, Marcelino Núñez, quien afirma que las ciudades más calurosas dependen además de la ubicación geográfica de la dorsal, la baja térmica o un fenómeno meteorológico en concreto.

Señala que históricamente en España se han registrado temperaturas elevadas en el valle del Guadalquivir, -Sevilla y Córdoba-, el valle del Guadiana -Badajoz y Mérida- y el valle del Ebro -Zaragoza-.

Haciendo hincapié en las situaciones diversas que llevan a la subida de termómetros de las áreas más urbanizadas, dice que es importante destacar asimismo el viento de poniente o del norte, el cual ha hecho que este verano se registren máximas elevadas en Valencia y Málaga, respectivamente.

Según Núñez, las ciudades más calurosas a nivel mundial son las cercanas a los desiertos como El Cairo, Teherán, Phoenix (Estados Unidos) o Mexicali (México), esta última urbe muy conocida por su clima árido y muy cálido.

El estudio "Urban Heat Sanpshot" (Fotografía del calor urbano) de la compañía Arup, dedicada al urbanismo, diseño, gestión de proyectos y consultoría, señaló recientemente que la diferencia térmica entre el centro urbano y zonas de alrededor de Madrid es mayor que la de ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Londres, El Cairo o Bombay (India).

Según el documento de Arup, el centro de Madrid tiene una diferencia de 8,5 grados de temperatura entre las islas de calor del centro urbano y las zonas periféricas menos urbanizadas, por encima de Bombay (7 grados) o Londres y Nueva York (4,5 grados).

En el caso de las zonas rurales, Núñez asegura, que se ven afectadas por el calor dependiendo de su geografía y su meteorología, pero en el caso de las metrópolis el calentamiento natural" se ve acentuado por motivos antrópicos.

Si una región en la que por su circunstancia tiende al calentamiento natural se le suma la baja ventilación y la emisividad del suelo, se produce un aumento de las temperaturas".

No obstante, para hacer las urbes más habitables, el meteorólogo recomienda usar la lógica del urbanismo: aumentar los espacios verdes, las sombras artificiales, disminuir el tráfico y construir más en horizontal que en vertical.

Las soluciones "son ineludibles" ya que "en los últimos veinte años casi todas las ciudades y observatorios de Aemet situados en España han batido récords de temperaturas máximas, asevera Núñez.

Pero "casi todas las ciudades del mundo se están calentando por encima de los niveles medios de los últimos 50 o 70 años, y sobre todo en el siglo XXI", apunta Núñez y subraya que la sobrepoblación implica el crecimiento de las ciudades y, por tanto, "un empeoramiento del efecto isla de calor".

El delegado de la Aemet en Extremadura ve una relación entre la subida de 1,1 grados de temperatura actual con respecto a la era preindustrial y los eventos extremos con las temperaturas máximas elevadas cada vez más frecuentes, como las olas de calor.

A largo plazo, este calentamiento de las mega ciudades podría hacer que la vida "sea más incómoda" y, por tanto, esto restaría atracción para vivir en ellas, explica Núñez en referencia a la posibilidad de "una migración climática".