Juegos para el aislamiento: el Yoyó

Dos discos, de diferentes materiales, unidos y una cuerda enrollada en su eje nos proporcionan diversión a raudales

Madrid - Publicado el 08 may 2020, 11:30 - Actualizado 08 may 2020, 12:18

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Este viernes os proponemos un juego con el que podemos disfrutar en cualquier momento, a cualquier hora y en cualquier sitio.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua define el yoyó como "juguete de origen chino que consiste en dos discos pequeños unidos por un eje en torno al cual se ata y enrolla una cuerda por la que se lo hace subir y bajar de manera sucesiva a impulsos de la mano".

En internet podemo leer que según el Webster’s collegiate dictionary afirma que la palabra yoyó deriva de la palabra yóyo en idioma ilocano, del norte de Filipinas. Muchas otras fuentes, incluido Extraordinary Origins of Yesterday's Things, de Panati, afirman que yoyó era un término tagalo, que significa ‘viene-viene’.

Jugar al yoyó ha llegado a ser profesional, hay quien vive del espectáculo que consigue al bailarlo como lo hace el campeón mundial de Yoyó Black.

En Orlando (Florida) se celebra cada año una competición mundial y se cuenta que presidentes de Estados Unidos como John F. Kennedy, Lyndon B. Johnson y Richard Nixon, eran grandes aficionados a jugar a este pasatiempo, pero no hay documento gráfico que lo acredite, lo dejaremos como leyenda.

Lo que sí está constadado es que al yoyó se lleva jugando desde hace siglos como desmuestra una copa ateniense en la que se puede vera a un joven con un objeto esférico que pende de un hilo y que recuerda al yoyó. La copa es del siglo V antes de Cristo.

Copa ateniense del siglo V a.C. con un joven jugando a lo que parece un yoyó
Copa ateniense del siglo V a.C. con un joven jugando a lo que parece un yoyó

En 1791 ya hay publicaciones con dibujos de personas jugando a lo que podría ser una versión del yoyó actual y es un siglo después, en 1866 cuando dos estadounidenses James L. Haven y Charles Hettrick firmaron la patente registrada en EE.UU. porque la primera otorgada a un filipino, sobre una «construcción mejorada de un juguete, comúnmente llamado bandelore».

En 1928 un ciudadano filipino-estadounidense llamado Pedro Flores abrió la fábrica Yoyó Manufacturing Company en Santa Bárbara (California). La empresa comenzó fabricando una docena de modelos del juguete, un año más tarde ya tenía tres fábricas de este juguete con casi un millar de trabajadores que producían 300.000 unidades diarias.