Aire embotellado y rocas como mascotas: dos ideas locas que son un verdadero éxito

Hay casos en que una idea que parece muy estúpida, pero que resulta ser un éxito inesperado, hasta tal punto en que las personas que la idearon se hicieron ricas

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

En la actualidad, construir tu propio negocio es una tarea muy dura. Si tenemos en cuenta la gran competencia existente y lo difícil que es posicionarse en línea, desde que los negocios online existen, las probabilidades de triunfar son escasas. Pero, hay casos en que una idea que parece muy estúpida, resulta ser un éxito inesperado, hasta tal punto en que las personas que la tuvieron se hicieron ricas de un momento para otro.

Aire embotellado de Medellín, Colombia

Medellín es la segunda ciudad más grande de Colombia y es conocida como la "Ciudad de la Eterna Primavera". Por desgracia, no se puede vender el aire de la primavera, y mucho menos a personas que están a miles de kilómetros de distancia, ¿no? Respuesta incorrecta. Porque ahora es posible gracias a la idea de un joven de Medellín, Juan Carlos Alvarado, a quien se le ocurrió que si estamos vendiendo latas y botellas de aire puro a personas de países contaminados como China, porque no vender botellas con aire fresco de su ciudad. Por lo que tomó la decisión de empezar su propio negocio.

Aire embotellado y rocas como mascotas: dos ideas locas que son un verdadero éxito

Según las palabras del propio Juan Carlos Alvarado, el aire de Medellín "es especial, una joya". "No envasamos aire puro, sino el de la ciudad, tal y como es. Por supuesto, me aseguro de que sea de calidad", ha explicado. Según este joven emprendedor asegura haber encontrado una forma especial para captar el aire de la ciudad colombiana y envasarlo en botellas de cristal, las cuales limpian a conciencia para garantizar que no haya ningún por parte del recipiente. "He creado un dispositivo eficaz, un colector de aire, que tarda entre 15 y 30 minutos en atrapar las partículas para generar esa sensación de primavera", ha dicho. No ha querido tampoco revelar el método, porque asegura que aún no está registrado y que podrían robarle la idea.

Juan Carlos asegura que en su primer día vendiendo estas botellas, logró vender 77 botellas a 5 dólares cada una. Al ver su éxito, decidió ampliar el negocio y, en su tercer día de negocio, vendió unas 300 botellas a los turistas en el Parque de Lleras. Si hacemos las cuentas con estos datos, en esos días ganó un total de 1.885 dólares.

Piedras como mascotas

Todos los que han tenido alguna vez una mascota, sabemos lo que cuesta cuidarlas. Hay que darles de comer, mimarlas, bañarlas, limpiar los estropicios que hacen, etc. Pero que dirías si te dijera que una roca puede ser una mascota. Seguramente dirás que no. Pero, resulta que en los años 70, un hombre tuvo la idea de vender rocas como las mascotas perfectas, pues no hay que darles de comer, ni limpiarlas, y mucho menos sacarlas a pasear.

Aire embotellado y rocas como mascotas: dos ideas locas que son un verdadero éxito

La idea fue de Gary Dahl, un redactor publicitario independiente, quien tuvo esta idea de negocio mientras bebía unas cervezas con unos amigos en su ciudad natal, en el norte de California, mientras hablaban de lo mucho que cuesta mantener una mascota en casa. ¿En qué consistió la idea? Pues en empaquetar unas piedras y venderlas.

Y la publicidad de este producto no mentía, eran piedras comunes y corrientes, de forma ovalada, que venían de una playa de México, empaquetadas con unos agujeros de ventilación y un nido de paja. Lo mejor de todo esto es que la "mascota" traía un manual de instrucciones, que explicaban cómo cuidar y entrenar a tu roca.

El manual de instrucciones también informaba a los propietarios que las mascotas de piedra "parecen prosperar sin comida", que son "bastante perezosas" y que son tan tercas que no vendrán aunque las llames.

El propio Dahl dijo, en una entrevista para la revista People, que "esto los lleva (a las personas que compran esto) a un viaje de fantasía... se podría decir que hemos empaquetado el sentido del humor".

Lo mejor y más gracioso de esta idea fue que tuvo un éxito rotundo en Estados Unidos. Cada piedra se vendía a 3,95 dólares estadounidenses, y Dahl vendió más de cinco millones de piedras en 1975, antes de que su idea pasara de moda, cosa que ocurrió después de Navidad. Si hacemos las cuentas, en 1975 ganó más de 19 millones de dólares estadounidenses. Se volvió multimillonario en menos de un año.

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