Así pueden salvarte la vida las ratas: una ONG descubre sus beneficios ocultos para la salud
Los roedores ya están salvando la vida a cientos de personas gracias a uno de sus sentidos, más desarrollado que el resto de animales
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Un estudio elaborado por la empresa EZSA Sanidad Ambiental calcula que la población de ratas en España es de casi 19.570.00 ejemplares, lo que equivale a una proporción de poco más de 4 ejemplares por cada 10 habitantes. La plaga de ratas es uno de los principales problemas de este tipo que afectan al territorio peninsular, sobre todo en el norte, el centro y el oeste.
Pero más allá de eso, las ratas pueden llegar a ser aliados frente a algunas amenazas que afrontan los hombres. Algunos de ellos, tan sorprendentes, que parece mentira que se puedan utilizar estos pequeños roedores para tan noble labor. Esto porque de forma habitual se les relaciona precisamente con infecciones, plagas y rechazo.
La utilidad de las ratas
Una organización belga sin ánimo de lucro, APOPO, está entrenando a unas ratas para que salven a los supervivientes de terremotos que se quedan atrapados bajo restos de un edificio.
Los roedores van equipados con unas pequeñas mochilas tecnológicas que portan una cámara, micrófonos que graban el sonido en dos direcciones y un transmisor que permite a los rescatadores hablar con los afectados.
Este estudio se está realizando en Tanzania. En el cuerno de África, la asociación está realizando este tipo de acciones para que las ratas sean colaboradores en su lucha contra la precariedad sanitaria de estos países. Aunque este es el nuevo camino que están explorando, ya han puesto en práctica otras actividades en las que los roedores son una parte esencial.
Otras capacidades especiales
En primer lugar, la búsqueda de minas. Las ratas se utilizaron por primera vez en los noventa, con un proyecto para localizar estas armas. La idea era que con su olfato, guiaran hacia dónde están los artefactos sin que exploten, ya que su tamaño y peso no son suficientes para accionar el detonador.
Las ratas de APOPO pueden llegar a crecer hasta un tamaño mayor que las de la ciudad. De hecho, pueden llegar a medir tanto como un gato pequeño. Otra característica diferencial respecto a las que se pueden hallar en las grandes urbes es su esperanza de vida. Las ratas de APOPO viven hasta los ocho años, mientras que las comunes no suelen pasar de los tres.
Desde que se descubrió la utilidad de estos animales para salvar las vidas con las minas antipersona, la misma organización se propuso utilizar el potente olfato de las ratas para detectar una de las enfermedades más presentes en esas zonas de África y la más frecuente en el mundo: la tuberculosis.
Las ratas llegan a ser incluso más eficientes que las máquinas de medición. Mientras que a través de un microscopio se pueden tardar horas en analizar una muestra, los roedores solo necesitan segundos. Por si fuera poco, son capaces de detectar la enfermedad incluso con una carga bacteriana tan baja que no podría identificarse con el microscopio. Su diagnóstico precoz puede salvar miles de vidas en todo el mundo, gracias a unos pequeños aliados de los que nadie esperaba que fueran a ofrecernos tal ayuda.