Cada año mueren 50.000 personas por infarto en España, la pandemia ha duplicado las cifras

En un infarto, los minutos son cuestión de vida o muerte. Si todos tuviéramos nociones de reanimación cardiopulmonar (RCP) se salvarían hasta 30.000 vidas

Los cardiólogos lanzan un mensaje: acudir al hospital si hay síntomas de sufrir un infarto

Raquel Pérez Polo

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Las enfermedades del sistema circulatorio son -veremos las estadísticas cuando superemos la pandemia del SARS-CoV-2-, la primera causa de muerte en España.

Más de 50.000 personas pierden la vida cada año por problemas relacionados con el corazón. No podemos olvidar, como advierten los cardiólogos, que las enfermedades cardiovasculares matan más que los accidentes de tráfico. Por eso, las cifras que se barajan este año con una reducción del 40% en el tratamiento del infarto durante el estado de alarma, son para la Sociedad Española de Cardiología datos muy preocupantes que ponen de manifiesto que la reducción de infartos agudos de miocardio no ha sido tal, sino que el enfermo no ha acudido al hospital por miedo a contagiarse de la Covid-19.

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Más inquietantes aún si nos atenemos a las conclusiones del estudio publicado en la revista REC: Interventional Cardiology que sugieren que "va a haber un incremento en la mortalidad cardiovascular a corto y largo plazo, con pacientes que presenten muerte súbita extrahospitalaria, ruptura cardiaca o infartos extensos, cuadros médicos que habían conseguido reducirse sustancialmente en España tras la implementación a lo largo de la última década del código infarto en todas las comunidades autónomas". Lo que se puede resumir en: "La mortalidad hospitalaria por infarto de miocardio se ha duplicado durante la pandemia de la Covid-19".

Un apunte importante sobre las personas que han sufrido un infarto a lo largo de este año 2020 y su relación con el coronavirus: “Solo el 6,2% de los pacientes atendidos con infarto presentaban infección confirmada por el nuevo coronavirus”, tal y como asegura el doctor Oriol Rodríguez Leor, primer firmante del estudio 'Impacto de la Covid-19 en el tratamiento del infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST. La experiencia española’.

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Síntomas del infarto

Los cardiólogos tienen muy claro que en su especialidad los minutos, incluso apurando, los segundos, son cruciales. Un infarto es una carrera contra el reloj. La diferencia de llegar al hospital a tiempo o de que, alguien con los conocimientos suficientes, te dé un masaje cardiorespiratorio o utilice el desfibrilador es la vida o la muerte. Por ello, la Sociedad Española de Cardiología y la Fundación Española del Corazón mandan un mensaje a la población de cara al recrudecimiento de la pandemia de la Covid, que ya estamos viendo: "Aunque haya más virus, los pacientes deben pedir inmediatamente asistencia si notan cualquier síntoma compatible con un infarto. En esta afección, cada minuto cuenta”.

Ante el menor síntoma, lo primero que debemos hacer es llamar de inmediato al 112 para que se active el código infarto. La atención temprana es vital: aumenta las posibilidades de supervivencia, reduce las secuelas y favorece la recuperación.

Por tanto, debemos estar muy atentos a los siguientes síntomas:

La respuesta más rápida ante una parada cardiaca

Ante un paro cardiaco debemos actuar rápidamente. La celeridad va a ser clave. ¿Sabemos qué hacer si alguien que está cerca está sufriendo un infarto?

Lo primero es comprobar si la persona está consciente y respira. Si no respira, llamar inmediatamente al 112. Mientras llegan los servicios sanitarios de emergencias y si sabemos, practicar las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) entre 100 y 200 compresiones por minuto sobre el esternón. Localizar el desfibrilador más cercano y seguir las instrucciones del mismo para aplicar las descargas y continuar con las maniobras de RCP hasta que llegue la ambulancia.

Un plan nacional de RCP

Una reivindicación que los cardiólogos llevan años reclamando para salvar vidas, porque con una rápida intervención, si supiéramos hacer las maniobras de reanimación cardiopulmonar, las RCP, de los miles de intentos de reanimación ante una persona infartada, se cambiarían los pésimos resultados.

Como señala el doctor Ignacio Fernández Lozano, "las posibilidades de sobrevivir a una parada cardiaca secundaria a una arritmia ventricular en la calle, oscilan entre el 5 y el 10%. La reanimación debe empezarse de forma extraordinariamente precoz, por cada minuto que pasa las posibilidades de sobrevivir disminuyen un 10% por lo que al cabo de 10 minutos estas posibilidades son mínimas".

Estas cifras cambiarían si se tuviera claro la magnitud del problema y se formara a más personas con un programa específico de masaje cardiaco, que debería empezar desde la escuela como ocurre en muchos países de nuestro entorno.

En España también se está avanzando gracias a las nuevas tecnologías. La Fundación Española del Corazón (FEC), la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y Cruz Roja Española han puesto en marcha una aplicación Ariadna que consiste en un gran mapa colaborativo de desfibriladores por toda España que permite a los usuarios registrarse como rastreadores o como colaboradores. Si el registro se hace como rastreador, la aplicación permite al usuario geolocalizar y validar desfibriladores tanto en espacios públicos como privados. “De esta forma la ubicación de estos dispositivos es conocida y pueden ser usados en caso de presenciar una parada cardiaca”, indica el Dr. Fernández Lozano, responsable del proyecto. La aplicación también permite registrarse como colaborador a quien tenga un título oficial en reanimación cardiopulmonar (RCP). Ariadna avisará a estos usuarios para que acudan a hacer la RCP en caso de que se produzca una parada cardiaca cerca del lugar donde se encuentren.

Cuantos más colaboradores estén dados de alta en Ariadna, más vidas se podrán salvar.

"Reflexionar 10-15 minutos cada día", el consejo de un gran cardiólogo Valentín Fuster

Cualquier cardiólogo nos recomendaría lo mismo para mantener sano nuestro corazón: alimentación sana y equilibrada, con más frutas, verduras y legumbres; hacer ejercicio con frecuencia y reducir, o mejor, dejar del todo, el tabaco y el alcohol.

Rutinas que debemos convertir en hábitos y a las que el doctor Valentín Fuster, uno de nuestros cardiólogos más eminentes (director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) de Madrid, director del Instituto Cardiovascular y “Physician-in-Chief” del Mount Sinai Medical Center de Nueva York, editor jefe del Journal of the American College of Cardiology (JACC) añade: "reflexionar cada 10-15 minutos". Que viene a se como tomarse la vida con calma porque el estrés es otro gran enemigo de nuestro corazón.

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Valentín Fuster: España tiene un problema importante que es la envidia

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El doctor Fuster confesaba en 'La Linterna' de COPE que no tiene intención de jubilarse, de dejar de tratar con las personas, que son sus pacientes. Pretende vivir 105 años para conseguirlo y aunque ya cuenta con 77 años sobre sus espaldas, no ha dejado ni un solo día de trabajar, hace ejercicio y sobre todo reflexiona:

Cada 10 o 15 minutos pienso. Si se levanta por la mañana y no tiene momentos de reflexión, usted toma un tren que no sabe su destino. Este es el problema de la vida actual que es muy rápida, muy acelerada y la gente no tiene tiempo de pensar qué es lo que me pasará de aquí a diez años, quiere vivir hoy”.

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