¿Cuándo caduca la miel?

Sola o acompaña de pan, queso o de cualquier otro alimento. La miel es uno de los productos más versátiles, utilizado desde hace miles de años, tanto para dar sabor, endulzar incluso como medicina.

Además, la miel es uno de los pocos alimentos que no caduca. En excavaciones egipcias de más de 2000 años se encontraron muestras de miel en vasijas que al parecer, aún se podían comer. Pero ¿qué increíble cualidad tiene que impide que se estropee pese al paso del tiempo?

El 42% de la población española consume miel una vez a la semana

"Su muy bajo contenido en agua, su alta concentración de azúcares, el PH ácido, las enzimas (que son un potente agente microbiano) y otros compuestos de acción antimicrobiana, son algunos de los factores", explica a cope.es, Rebeca Vázquez, secretaria general de Asemiel- Animpa y portavoz de la campaña Familias Mielenials. Pero, aunque las fechas de caducidad sean "largas", "con el paso del tiempo se pueden producir cambios organolépticos y fisicoquímicos que podrían descartar su consumo".

No es recomendable refrigerarla ni guardarla en un sitio que reciba calor (ya sea una estufa o sol directo)

NI FRÍO NI CALOR

Sin embargo, como todos los alimentos comercializados, la miel ha de incluir una fecha que en su caso es de consumo preferente que suele ser de "dos años desde el momento de su envasado". Pasado ese tiempo se podría consumir siempre que las condiciones de conservación hayan sido "óptimas".

¿Y cómo debe de ser esa conservación? Por lo general los constantes cambios de temperatura afectan a su calidad, por eso no es recomendable "refrigerarla ni guardarla en un sitio que reciba calor, ya sea una estufa o sol directo".

Lo mejor es conservarla en su "envase original, bien cerrado tras cada uso, a temperatura ambiente y lejos de calor o luz solar".

EL COLOR ¿QUÉ INDICA?

Erróneamente, muchas veces miramos su color para tratar de determinar su calidad, cuando lo único que nos indica es "la flor de la que proviene, el clima en el que ha estado y la estación del año", aclara Rebeca Vázquez.

En el caso de España, primer productor de miel de la Unión Europea, "destaca por la gran variedad y calidad de las mieles monoflorales, muy demandadas y valoradas dentro y fuera de nuestras fronteras", advierte la experta.

Cerca del 85% de toda la miel va directamente al consumo doméstico

BENEFICIOS

La miel es un edulcorante natural y un sustitutivo sostenible del azúcar. "Está mínimamente procesado y conserva todas sus propiedades, presentes de forma natural, es una fuente de hidratos de carbono de buena calidad, no tiene grasas ni sal, y contiene vitamina B6 que contribuye a que el sistema inmune funcione de una manera adecuada; además de ayudar a disminuir el cansancio y la fatiga".

Al ser fuente de vitamina B6 contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario, de ahí que los sumerios ya la utilizaran por sus propiedades medicinales hacia el 2.500 años a. de C.

Además cabe recordar que el sector de la miel "contribuye a la conservación de la biodiversidad con la polinización de los cultivos y de los ecosistemas existentes" y al "desarrollo de las zonas rurales". "En España, el sector de la miel genera 60.000 puestos de trabajo; cuenta con un gran índice de incorporación de jóvenes -entorno al 8% anual-; una edad media de 47 años de los titulares de las explotaciones; y, además, tiene una alta incorporación de la mujer, que representa el 42% de los puestos de trabajo".

El consumo de miel en España es de 0,8 kilos por persona, muy lejos de otros países de la Unión Europea.