La enfermedad más común de lo que creemos en verano y que puede llegar a ser mortal: estos son los síntomas

Será mañana cuando una nueva ola de calor entre a España, la primera del verano. Tal y como ha explicado el meteorólogo Jorge Olcina en La Tarde de COPE a Fernando de Haro, "podemos decir que empieza lo malo". Durante dos días, un anticiclón venido de Argelia provocará que llegue a nuestro país una masa de aire calido. A ella se suma una subida considerable de las temperaturas.

Veremos el cielo empañado por la calima que se formará y pasaremos de tener unas noches tranquilas a otras más tropicales, con mínimas de hasta 25 grados. Cada verano esta situación hace que seamos más propensos a contraer enfermedades veraniegas.

¿Qué es la hipertermia?

Una de ellas es la hipertermia, que puede ser potencialmente mortal y se da cuando la temperatura corporal sube a niveles muy altos. Es aquí cuando la termorregulación del cuerpo tampoco funciona correctamente. El calor es su principal causa, pero son diversas las causas que se le atribuyen como, por ejemplo, el estrés, la fatiga y el agotamiento. Se da principalmente cuando una persona sufre un golpe de calor.

Pero, ¿cuáles son sus síntomas? La hipertermia incluye mareos, vómitos, fiebre alta, cefalea, irritabilidad y taquicardia. Los más graves van desde los desmayos hasta las convulsiones, mientras que los leves tienen que ver con la piel seca o los calambres musculares. Algunos de los factores que aumentan el riesgo de sufrirla son la deshidratación, una presión arterial alta y, también, el sobrepeso o un peso muy bajo.

Es por ello por lo que debemos prestar especial atención a las personas mayores, a quienes no les favorece salir al exterior en días muy calurosos y húmedos. Los niños también son vulnerables a esta enfermedad debido a que retienen menor cantidad de agua y no llegan a sudar en exceso.

¿Cómo afecta el calor a nuestro cerebro?

Las temperaturas elevadas, además de las afecciones que todos conocemos, también afectan a nuestra memoria, a nuestro estado anímico e incluso puede hacernos más agresivos. Ahora bien, ¿por qué? Porque cuando afecta al cerebro, llega también a nuestra conducta. Por otro lado, al perder líquido por el calor, se produce un exceso de deshidratación que afecta al sistema cognitivo.

Este también parece ser el culpable de nuestros problemas de memoria, pues repercute en la capacidad de atención y concentración, además del descanso. El insomnio es la primera consecuencia, la cual desemboca en todas las demás. Como avanzábamos no es solo el sueño, la memoria también se ve afectada. Es por ello por lo que para que nuestro cerebro actúe mejor, necesitamos que la temperatura sea adecuada. Si son muy altas pueden afectar a las conexiones nerviosas que existen entre las neuronas e impedir que tengamos nuestros sentidos alerta y que nuestro rendimiento sea del todo bueno.