Fin de la mascarilla: ¿En qué situaciones deberemos seguir llevándola en la calle?
Sánchez anunciaba la semana pasada el fin de su obligatoriedad en espacios abiertos, una medida no exenta de polémica, entre otras cosas por la falta de concreción
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La cuenta atrás para desterrar la mascarilla de nuestra vida parece que ha comenzado. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez anunciaba la semana pasada a bombo y platillo el fin de su obligatoriedad en espacios abiertos a partir del 26 de junio, una medida no exenta de polémica, en parte por la falta de concreción sobre las circunstancias en las que podremos prescindir de su uso.
Por lo pronto hay voces que justifican la medida ante la bajada del número de contagios, la reducción de la trasmisión comunitaria o porque la población mayor empiece a estar ya vacunada. Expertos como el epidemiólogo Fernando García, portavoz de la asociación madrileña de Salud Pública consideran que "carece de sentido mantenerla en exteriores, de forma incondicional, en la playa o cuando uno pasea por el monte, sobre todo una vez que se ha visto que la mayor parte de los contagios son en interiores".
La doctora Pilar Fernández Montesinos, Internista, perito médico y miembro de Doctoralia ve "adecuada" la medida ya que precisamente "las autoridades sanitarias recomendaban quitarla con una incidencia acumulada inferior a 150 y en este momento estamos por debajo de 100", según explica en cope.es.
En la otra cara de la moneda están quienes llaman a la 'prudencia' ya que la población completamente inmunizada no llega al 50% y el virus aún no se ha ido. "Si estamos en un espacio abierto, hacinados, con otras personas no convivientes, el riesgo de contagio puede existir, aunque sea menor que en un espacio cerrado", matiza Luis Ignacio Martínez Alcorta, vocal de la Asociación Española de Vacunología (AEV).
MEDIDA 'PREMATURA'
En este sentido algunos expertos valoran la medida como "prematura" al existir aún "una incidencia alta del virus, con cerca del 20 % de ocupación en hospitales y UCIs y con muchas regiones por encima de un 3 % de positividad en PCR", según advierte en cope.es el virólogo José Antonio López Guerrero, profesor de Microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid y autor del libro 'Coronavirus. Anatomía de una pandemia' (Ed. Guadalmazán).
A esto se suma que estamos en un momento especialmente delicado "a las puertas del verano, un tiempo en el que aumenta movilidad, en muchos casos de grupos que aún no están vacunados y con la variante Delta haciéndose mayoritaria en muchas regiones”.
Por eso, antes de tomar la medida, reconoce que sería importante "darle la puntilla al descenso de los datos epidemiologicos, a los de la incidencia acumulada y de hospitalizaciones".
LOS PRIMEROS, LOS VACUNADOS
No obstante, ante la inminencia de la medida, “lo más sensato sería empezar a quitarla en espacios abiertos entre la población que tuviera la pauta completa de vacunación, en el campo, en los pueblos con baja densidad demográfica o en aquellos lugares donde no haya muchas aglomeraciónes", añade López Guerrero, premio CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica por ser una de las voces de la ciencia en la pandemia de la covid.
SIN ELLA AL AIRE LIBRE PERO CON MATICES
Por regla general, añade la doctora Fernández Montesinos, habría que saber diferenciar las distintas situaciones de riesgo que pueden darse en exteriores y que aconsejarían su uso. "Siempre que no podamos guardar la distancia de seguridad -como calles muy concurridas en horas puntas o transporte público-, en aglomeraciones, o sí notamos que alguien tose o estornuda". Y sobre todo, tener en cuenta "la cantidad de gente que haya, la distancia entre personas y si pertenecemos a algún grupo de riesgo".
En este sentido el presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), Salvador Tranche considera que "un espacio exterior abierto con una amplia distancia, como puede ser un paseo por la playa o la montaña o incluso por un parque de una zona urbana, es una situación de muy, muy bajo riesgo".
Un riesgo que "aumenta un poco en terrazas de restaurantes", donde a veces el sonido ambiente obliga a gritar o en las que hay gente fumando y que lo hace aún más en terrazas semicerradas: los espacios exteriores muy abiertos son muy seguros, pero esto se reduce cuando la distancia no se mantiene o cuando son semicerrados", ha abundado.
Y EN INTERIORES ¿HASTA CUÁNDO?
Sobre la posibilidad de quitarnos también las mascarillas en los interiores, el presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva Rafael Ortí se ha mostrado cauto en 'Herrera en COPE', ya que “en cualquier momento puede haber una mutación importante". "No digo volver al punto de partida, pero casi", advierte. Por eso considera necesario "esperar a tener evidencias suficientes para tomar esa decisión que ahora mismo sería un poco arriesgada".