La lluvia de ranas o los tres soles: las 'performance' más inquietantes de la naturaleza

La naturaleza no deja de sorprendernos y nos deleita muchas veces con fenómenos que podríamos catalogar de inquiteantes o extraños. Aunque leyendas e imaginario popular han tratado de adueñarse en muchos casos de su autoría, muchos de estos hechos maravillosos tienen su explicación por la arbitraria y fantástica combinación de los factores atmosféricos.

Esta misma semana los vecinos de la localidad castellonense de Vilafranca no salían de su asombro cuando comprobaban atónitos que, poco a poco, se formaba un negro tornado en el cielo que posteriormente tocaba tierra llevándose por delante los tejados de algunas de sus casas.

Sin ser este un fenómeno especialmente extraño, sí lo ha sido para los vecinos de estas latitudes que no están acostumbrados a asistir a estas increíbles 'performance' de la naturaleza.

LA METEOROLOGÍA CONDICIONA NUESTRAS VIDAS

Lo cierto es que los seres humanos siempre hemos mostrado nuestra inclinación por conocer y saber interpretar todo lo que la meteorología nos ofrece. Sabemos que de ella en buena medida dependen infinidad de aspectos vitales como las cosechas, la seguridad aérea o la navegación.

En este sentido hemos estudiado que los fenómentos atmosféricos pueden obedecer a diferentes razones. El arcoíris por ejemplo tiene su razón de ser "en los fenómenos de la refracción, reflexión y difracción que sufre la luz al atravesar una cortina de gotas de lluvia", explica a COPE, José Miguel Viñas, experto en meteorología de Meteored, y autor del libro 'Tiempo'. Todo lo que te gustaría saber sobre los fenómenos meteorológicos' (Ed. Shackleton Books). Por su parte, una tormenta "es consecuencia de un alto grado de inestabilidad atmosférica, los rayos que se generan, son debidos a la separación de cargas y a la gran diferencia de potencial eléctrico que hay entre la parte alta y la base de la nube tormentosa, así como entre esta última y la superficie terrestre".

LLUVIA DE RANAS

Pero de entre todos los fenómenos extraños, José Miguel Viñas destaca uno: la lluvia de ranas. "Está provocada por un tornado o tromba marina, que en su recorrido succiona parte del agua de la superficie del mar, río, lago o estanque, incluidos esos animalitos, que llegan a viajar distancias de varios kilómetros por el aire, para precipitar bastante lejos de donde fueron absorbidos por el torbellino". Pueden imaginarse el susto del destinatario de estas peculiares trombas.

Destaca también el rayo verde, sobre el que además pesan muchas leyendas. "Algunos siguen pensando que no existe, que solo es fruto de la imaginación de los marineros", señala el experto. Pero lo cierto es que, "bajo determinadas circunstancias, se puede ver cómo, al ponerse el sol, –particularmente en un horizonte marino– el último fogonazo de luz antes de ocultarse por completo es de un intenso color verde, lo que se explica echando mano de la refracción atmosférica".

LOS TRES SOLES

Aunque parezca algo apocalíptico, es posible que alguna vez en nuestra vida divisemos tres soles en el horizonte.Nuestros ojos no nos están jugando una mala pasada. Podemos frotarlos y seguiremos viendo un sol triple. Los culpables, los cirroestratos, "una nube situada entre los 6 a 8 km de altitud, formada por cristales de hielo, que se extiende como una delgada sábana por el cielo". En estas circunstancias "puede suceder que alrededor del sol surjan distintos fenómenos de halo, debidos a la refracción y reflexión que sufre la luz al atravesar esos cristales". Aunque el halo ordinario es el fenómeno más común, "a veces, a ambos lados del sol surgen dos manchas de luz o soles falsos, conocidos como parhelios", explica el meteorólogo y consultor de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

REMOLINOS DE FUEGO

Se trata de un fenómeno estrechamente ligado a las altas temperaturas desatadas por los incendios que "provocan vigorosas corrientes de aire muy caliente hacia arriba, produciéndose en ocasiones torbellinos, con idéntica génesis y estructura que las tolvaneras que vemos a veces formarse en verano sobre los suelos desnudos, áridos y polvorientos". Cuando esos torbellinos se forman en un incendio forestal, "las llamas se enroscan en dirección ascendente, dando como resultado los remolinos de fuego".

CIELO VERDOSO

Podemos ver este fenomeno en la parte inferior frontal de determinadas tormentas, sobre todo en las que son especialmente fuertes, "con granizo y mucho aparato eléctrico". "La gran cantidad de hidrometeoros en su interior -granizos y gotas de lluvia, principalmente-, forman una pantalla muy eficaz a la luz del sol" produciéndose un notable oscurecimiento ambiental. Cuando la tormenta se encuentra a determinada distancia de nosotros, la dispersión de la luz es tal que apreciamos esa tonalidad verdosa".