El paso que te saltas al preparar un sadwich mixto y que mejora su sabor
Es una de las cenas más sencillas, pero para conseguir que nos quede sabroso debemos de tener en cuenta algunos trucos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Es una de las cenas más sencillas y socorridas, en especial si se tiene niños en casa; el sadwich mixto. Los ingredientes son habituales en casa y su elaboración no requiere ni demasiado tiempo ni conocimiento alguno de cocina. Basta con pan de molde, mantequilla, jamón de York y queso.
Es posible que en alguna ocasión escuchemos pedirlo como 'bikini', especialmente si estamos en Cataluña, donde recibe el nombre de una sala de baile de Barcelona donde se servía.
Lo cierto es que este famoso emparedado no es nada nuevo. Se tienen noticias de él ya desde finales del siglo XIX en Estados Unidos, los famosos 'ham and cheese sandwiches' que ya entoces se servían en los partidos de béisbol de Nueva York, cuando todavía no se habían inventado los famosos perritos calientes.
En los años 30 este clásico de la gastronomía se hizo muy popular en Cuba, donde por primera vez lo llamaron 'sándwich mixto'. En Francia se le concoció por entonces como 'croque-monsieur' (señor crujiente), con la diferencia de que estaba asado al horno y que se elaboraba con quesos como emmental o gruyer. En muchas ocasiones se gratinaba con queso también por encima.
Es posible que a España llegara con los españoles de Cuba, allá por los años 50 coincidiendo con el advenimiento en nuestro país de las cafeterías.
INGREDIENTES
Dos rebanadas de pan de molde blanco y con corteza
Mantequilla
Jamón de York
Queso emmental o gruyer
FÁCIL ELABORACIÓN
Lo cierto es que prepararlo es muy sencillo, aunque teniendo en cuenta algunos trucos, resultará mucho más sabroso. Qué decir tiene que los ingredientes deben ser de calidad. A mayor sea, más rico estará.
Necesitamos dos rebanadas de pan de molde, preferiblemente blanco y con borde.
A continuación untamos con matequilla ambas caras de las dos rebanadas de pan. Por lo general solo ponemos mantequilla en la superficie exterior del pan, -la que está en contacto con la plancha-, pero de esta manera quedará mucho más jugoso y sabroso.
Una opción menos ortodoxa y no apta para todos los paladares consiste en untar la parte externa del pan con mayonesa. Los que se decantan por esta opción aseguran que queda un color dorado mucho más apetecible. Pero cuidado que el sabor a mayonesa caliente es bastante peculiar y no gusta a todo el mundo.
Después añadimos dos lonchas de queso, una por cada rebanada de pan, y entremedias incluimos el jamón de York
Hay quien le quiere dar un poco de 'rock and roll' y le añade un poco de mayonesa o mostaza (siempre untada sobre la mantequilla de una de las rebanadas), pero eso ya va a gustos.
Para finalizar solo tenemos que ponerlo sobre una plancha o en su defecto de la sartén, previamente untada con un poco de mantequilla o aceite y a fuego bajo. La tostadora es desaconsejable porque el queso derretido se caerá sobre la resistencia y podría estropearse, además de desprender un desagradable olor a quemado.
No debemos aplastarlo, mientras se está haciendo, con la espátula, ni darle ochomil vueltas, con dos basta, solo hay que dejar que se dore el tiempo suficiente por cada cara.
Suele servirse cortado diagonalmente, en dos triángulos. que colocamos superpuestos en el plato. Si lo queremos más nutritivo, podemos dejarlo de una pieza y ponerle encima un huevo frito o una tortilla.