¿Es peligroso no quitar el hilo negro de los langostinos que vas a comer en Navidad?
Son uno de los alimentos más consumidos en Navidad pero su preparación requiere cuidado para que si sabor y condiciones sean las óptimas
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Junto con el pavo los langostinos son uno de los alimentos que llenan las mesas de las casas españolas en las celebraciones navideñas. Al ajillo, a la plancha con sal y aceite, en ensalada, en un cóctel, como relleno de un hojaldre o rebozados. La forma de consumirlos son infinitas, si bien el clásico no falla: simplemente cocidos.
En estas fechas consumimos buena parte del marisco de todo el año. Cada español ingeriría al año de media, 6,3 kg de mariscos, moluscos y crustáceos, es decir, un consumo claramente ocasional, que no superaría el medio kilo al mes.
Sin embargo llega la Navidad y surge la tradición de comer este marisco. Es por ello que sean muchos los productos que componen las cenas típicas de Navidad que los que se encuentren en máximos, lo que un año hace que las comidas y celebraciones nos obliguen a rascarnos aún más el bolsillo.
No obstante estos crustáceos no se encuentran entre los que más han disparado su precio. A diferencia de los percebes, las almejas o la merluza, -que son los alimentos que más suben, con incrementos de hasta el 21%, según señala la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los langostinos mantienen el precio que tenían a finales de noviembre.
Proteínas y omega 3
Su consumo es saludable pero como con cualquier alimento siempre hay que tomarlo con moderación. Tiene un aporte importante de proteínas y ácidos grasos omega-3, además de hierro, calcio y fósforo, lo que le hace bueno para los huesos. Son también una fuente de yodo que entre otras cosas ayuda a regular el colesterol y son bajos en grasa. Aunque no se debe abusar de ellos en nuestra dieta, sí pueden comerse con moderación en ocasiones especiales.
El 'hilo' negro
Quien haya pelado un langostino sabe que en su parte superior tiene un hilo alargado de cola a cabeza, redondeado, brillante y negro. Pero ¿qué es realmente? ¿Deberíamos de quitarlo?
Pues no es más que su intestino. A priori consumirlo no es tóxico, de hecho no todo el mundo lo retira antes de llevárselo a la boca. Como tal puede contener bacterias que no deberían causar ningún problema si está bien cocinado.
Además en el interior de este 'hilo' puede haber restos de arena que llega a su interior a través de los animales que ingiere el propio langostino, que recordemos es carroñero y se alimenta de otros animales.
Muchos cocineros aconsejan retirarlo ya que puede alterar el sabor del langostino y dejarnos cierto amargor en la boca y siempre queda más estético sin esa línea oscura.
Cocerlos: El truco del hielo
Solo necesitamos los langostinos, agua, hielo y sal. Necesitamos dos recipientes, uno con agua caliente y otro con agua fría, hielo y la sal.
Basta con poner a calentar agua en una cazuela y cuando esté hirviendo, echar los langostinos. Una vez estén dentro, se apaga el fuego y se dejan dos minutos y medio dentro de ese agua.
En ese momento sacamos los langostinos del agua caliente y los echamos al recipiente con el hielo. Allí los dejamos reposar cinco minutos, se escurren y ya están listos para servir.