¿Es tan perjudicial el cigarrillo electrónico como el tabaco?

Un estudio de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria demuestra la presencia de metales tóxicos y tierras raras en estos dispositivos. 

FERIA DEL CIGARRILLO ELECTRÓNICO Y EL VAPOR EN PEKÍN

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El uso del cigarrillo electrónico supone una fuente externa de introducción de elementos inorgánicos, particularmente "tierras raras", en el cuerpo, según una investigación en la que han participado varios organismos.

En ella se ha indagado sobre la presencia de metales tóxicos y elementos de los denominados "tierras raras" en el organismo de personas no fumadoras, fumadores convencionales y usuarios de cigarrillos electrónicos, explica en un comunicado la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

En el estudio han participado investigadores de la Unidad de Toxicología del Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias (IUIBS) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), junto con investigadores de la Universidad de Brasov Facultad de Medicina y Farmacia 'Carol Davila' de Rumanía.

Un total de 150 personas participaron en la investigación y fueron clasificados en tres grupos: fumadores, usuarios de cigarrillos electrónicos y personas no fumadoras.

A todas se les tomó una muestra de sangre para determinar la carga de contaminantes inorgánicos en su organismo, además de participar en una encuesta sobre las características de sus hábitos y otros datos de tipo demográfico.

En total, se detectaron 42 elementos inorgánicos en el organismo de los participantes en el estudio, incluyendo oligoelementos considerados tóxicos por la Agencia pública de Sustancias Tóxicas de Estados Unidos y otros elementos menos frecuentes que pertenecen al grupo de las "tierras raras".

La aparición de estos elementos "raros" -metales de transición escasos en la naturaleza y que se utilizan en la fabricación de dispositivos electrónicos-, se debe a la mala gestión de la basura electrónica.

Los fumadores convencionales presentaban mayores concentraciones en su sangre de cobre, molibdeno, zinc, antimonio y estroncio; mientras que los usuarios de cigarrillos electrónicos presentaban mayores concentraciones de selenio, plata y vanadio.

Además, la frecuencia de detección de elementos "raros", así como el número de ellos, fue mayor entre los usuarios de cigarrillo electrónico.

En conjunto, los resultados sugieren que no sólo el cigarrillo es una fuente de contaminación de elementos inorgánicos -algo que ya era conocido para sustancias como el cadmio, entre otros-, sino que también el uso del cigarrillo electrónico supone una fuente externa de introducción de elementos inorgánicos, particularmente "tierras raras", en nuestro organismo.

El papel del cigarro como fuente de incorporación al organismo de metales pesados es conocido ampliamente, pero se desconoce qué elementos y en qué cantidad pueden provenir del cigarrillo electrónico.

Más allá de los elementos inorgánicos clásicos -plomo, mercurio o cadmio-, el desconocimiento acerca de los elementos llamados "tierras raras", es total, según el estudio.

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