Una joven española se muda a Francia y choca con un ciudadano parisino por este gesto: "Castigado"

Los choques culturales que se producen cuando vamos a un país distinto es un hecho. Por este motivo, son habituales las ocasiones en las que se producen ciertas discrepancias entre el turista o emigrante que acude a una ciudad y el ciudadano nativo.

Un ejemplo de ello es lo que una usuaria, llamada Alba, compartió en la red social X (anteriormente Twitter). La joven se encuentra cuatro años viviendo en Francia y contaba muchas anécdotas que tiene sobre las diferencias entre su nuevo hogar y España.

Esta chica hizo una recopilación de las más llamativas y de las razones por las que considera que los franceses le han "odiado". De hecho, cuenta a sus seguidores que no son pocas las ocasiones en la que casi "la deportan". Sí, sí, como lo lees. Pero ya te adelanto que su tono, por suerte, es de broma.

"Por usar la sartén de crepes para hacer pancakes. La sartén de crepes es una institución sagrada aquí en Francia cualquier agravio está castigado con pena de guillotina", comienza a explicar. Añade que el tema de la comida es muy llamativo porque nuestros vecinos fronterizos se lo toman muy en serio.

"Por hacer crepes sin tener nacionalidad francesa. Los franceses tienen la patente de crepes y los españoles no estamos capacitados ni física ni mentalmente para esta tarea".

Del mismo modo, indica que no está aceptado untar el paté en el pan, porque solamente se tiene que poner un poco por encima "más allá de eso es vicio y perversión".

Esta usuaria de la red social anteriormente citada argumenta que no se puede decir que el foie gras es "soso" y mucho menos congelar una baguette, motivo por el que casi 'la expulsan' del país porque "es de salvajes".

Siguiendo con la comida, los franceses llevan mal lo de rellenar un croissant con jamón york y queso.

"Vino Macron personalmente a mi casa y me pegó con una baguette", escribió generando todo tipo de comentarios a través de X.

Otra cuestión que también le ha supuesto un problema es su forma de hablar.

Denuncia esta usuaria, además, que los parisinos son la cosa más pedante del planeta

"Por tener acento. Me recomendaron encarecidamente que fuese a una logopeda. O hablas francés perfectamente o no lo hables". De hecho, explica que también ha tenido algún que otro rifirrafe por tener un tono de voz "elevado".

Para cerrar su reflexión, dice que una mujer no le puede decir a un ciudadano francés que "está sudada": "La palabra sudor en la boca de una mujer les ofende mucho, hay que decir 'estoy transpirada'.

Este hilo cuenta con casi seis millones de reproducciones y cientos de comentarios. En la mayoría de ellos, aseguran que esa lista lo único que hace es darle razones para "no pisar Francia", aunque otros defienden que es porque la joven se encuentra en París.

"Los parisinos son la cosa más pedante del planeta", concluye.

"Aquí eso no existe": una española se hacía viral en TikTok con las cosas de España que echa de menos en EEUU

Seguimos viajando y, en esta ocasión, la historia se ha producido en Estados Unidos.

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Hay cuestiones que usamos cada día y en las que nos encontramos diferencias bastante importantes. La más clara son las persianas, que simplemente no existen, teniéndonos que conformar con cortinas. Los enchufes son también diferentes. Las almohadas largas comúnmente utilizadas aquí tampoco las vamos a encontrar en Estados Unidos.

Al igual que con la temperatura, las distancias o el peso, en Estados Unidos utilizan también una medición diferente para la ropa, en concreto para pantalones y zapatillas.