“Con los asesinos lo único que hay que negociar es el color de los barrotes”

En los próximos días se podrá escuchar la opinión de muchas personas sobre el la disolución de ETA. Las voces que no se podrán escuchar serán las de las más de 800 personas asesinadas durante los años de existencia de la organización terrorista.

No obstante algunas de las personas asesinadas por ETA dejaron claro su opinión sobre los terroristas. Una opinión que les costó la vida.

Gregorio Ordoñez era el presidente del Partido Popular de Guipúzcoa y concejal del PP en San Sebastián. En uno de sus mítines fue claro con el tema de la negociación con los asesinos: “Lo único que hay que negociar es el color de los barrotes”.

Otra víctima de ETA fue la Fiscal de la Audiencia Nacional, Carmen Tagle, que fue firme defensora de que los terroristas cumplieran íntegramente sus penas de prisión criticando la permisividad de la política penitenciaria: “En este país cuesta lo mismo matar a una persona que matar a siete”, denuncia entonces.

Tomás Caballero era el portavoz de UPN en el ayuntamiento de Pamplona y desde ese cargo se enfrentó a los políticos de Batasuna por su apoyo a ETA: “No condenan, les pedimos al menos que pidan a ETA que no mate, que pidan que no mate y ni eso hacen”.

Ordoñez, Tagle, Lluch son solo algunos de esas figuras de las que ETA apagó sus voces, pero no puede ni debe apagar su recuerdo.