EN 'LA LINTERNA'
Colmenarejo: “La muerte de un niño no es un espectáculo sino una noticia”
Juan Pablo Colmenarejo, director de ‘La Linterna’, centra su análisis en el trágico desenlace del caso del pequeño Gabriel Cruz y en la responsabilidad que tienen los medios de comunicación a la hora de informar sobre ello mientras crece el debate de la prisión permanente revisable que será derogada,en principio, esta semana
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El director de ‘La Linterna’ arrancaba su comentario “el jueves, otro debate, el de la prisión permanente revisable que va a ser derogada en el Congreso tras tres años en vigor y una sola condena. Es una figura penal excepcional que no llega a ser cadena perpetua porque deja abierta la puerta a la revisión y a la reinserción como establece la Constitución. El PNV es el impulsor de una derogación que apoyan el PSOE y Podemos”. Destacaba Colmenarejo los cambios de posición de Ciudadanos que “ha estado en todas las posiciones: la derogación en el pacto con Sánchez en marzo del 16, en la abstención ante la propuesta del PNV, en el endurecimiento de los tipos para la prisión permanente y ahora en la petición al PSOE para que se abstenga hasta que el Constitucional resuelva”. Concluye el director de ‘La Linterna’ que “no se puede legislar ni juzgar en caliente, pero tampoco derogar en caliente. Los familiares de algunas víctimas están tratando de parar la derogación”.
Sobre el caso del pequeño Gabriel Cruz el director de ‘La Linterna’ añadía que “la Guardia Civil ha detenido a la novia del padre, Ana Julia Quezada. Los investigadores, tenían claro desde hace unos días, desde la aparición de una camiseta, la pista a seguir, y a quien seguir”. Colmenarejo también ha ensalzado las declaraciones de la madre del niño, Patricia Ramírez en ‘Herrera en Cope’ por ser todo un ejemplo de amor y entereza. Colmenarejo también ponía el foco en el papel que tiene el periodista a la hora de enfrentarse a una noticia de estas características “los medios de información profesionales debemos pensar en días como el de hoy para qué servimos y cuál es nuestra función social. La muerte de un niño no es un espectáculo sino una noticia que hay que contar con cuidado y demostrando que se conoce el oficio y sus limitaciones. Y contribuir a no aumentar el dolor. Y debemos pedir a los usuarios de las redes sociales que se no conviertan en fabricantes de patíbulos”. Y concluye que “la pornografía del dolor no es exclusiva del periodismo. Basta con ponerse en los zapatos del prójimo para contar y el periodismo está al servicio del bien. Y hay que hacer autocrítica y pedir disculpas por si en algún momento alguien ha cruzado la raya que no se debe traspasar y que es muy fina. La de todo vale por tener más audiencia o más seguidores, no vale todo”.