Cinco vuelos imposibles de Rudy Fernández que te hicieron levantar del sofá

Repasamos la carrera del alero del Real Madrid a través de algunos de sus mejores mates o alley-oops con motivo de su 35 cumpleaños

Cinco vuelos imposibles de Rudy Fernández que te hicieron levantar del sofá

Millán Cámara

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Hace tiempo que Rudy Fernández tiene reservado un lugar de honor en el Olimpo del baloncesto español. Referente tanto en el Real Madrid como en la selección española, el alero mallorquín cumple 35 años con un palmarés de ensueño: dos Mundiales, dos platas y un bronce olímpico, tres Eurobasket, cinco Ligas, cinco Copas del Rey... Ha estado presente en tantos hitos de nuestra canasta que es imposible no tener alguna imagen suya en la cabeza. Tanto si se es devoto de la pelota naranja como si no.

Los mates que más hicieron brillar a Rudy

No obstante, hay un aspecto baloncestístico muy concreto y espectacular con el que resulta difícil no asociar a Rudy: los mates. Quizá los muelles del jugador balear ya no sean tan portentosos como en su juventud. Eso sí, en su día fueron tan sobresalientes como esas cualidades defensivas suyas tan ponderadas hoy o un tiro exterior magistral tanto antes como después.

De ahí que merezca la pena recordar cinco vuelos espectaculares de Fernández (mates clásicos y/o alley-oops de escándalo) que bien pueden servir para resumir su carrera. Es posible que alguno o varios de ellos provocasen, cuando acontecieron, que te levantases del sofá.

Un alley-oop con sabor a MVP

No cabe duda de que la gran explosión de Rudy Fernández tuvo lugar en la Copa del Rey de 2004. Con 18 años, se convirtió en la gran sensación de un torneo celebrado, aquella edición, en Sevilla. El enésimo diamante en bruto de la cantera del Joventut de Badalona no pudo elegir mejor evento para asaltar la élite del baloncesto nacional sin ningún tapujo y todo el descaro del mundo.

A pesar de que su equipo perdió una final muy disputada ante Baskonia (sempiterno TAU Cerámica por entonces), Rudy hizo historia: primer MVP (mejor jugador de la competición) que no levantaba el trofeo copero. La jugada que mejor definió el asalto de Fernández al territorio de los mayores fue este alley-oop de espaldas, a pase de José María Guzmán, en pleno tercer cuarto del duelo por el título. Mientras el Joventut intentaba remontar, el tiempo se paró por unos instantes.

Una canasta ganadora de altos vuelos

En una de las últimas temporadas en las que el Joventut disputó la Euroliga (2006-2007), Rudy Fernández protagonizó uno de sus vuelos sin motor más notables. En un partido de liga regular contra Unicaja, el ya santo y seña de la Penya dejó una canasta memorable en un final de infarto.

Con el partido abocado a la prórroga en Málaga, Lubos Barton tuvo la pericia de ver el desmarque de Rudy hacia la canasta para lanzarle, en un saque de banda, un pase magistral. El balear lo cazó al vuelo para lograr algo casi imposible, pues apenas quedaba una décima de segundo por disputarse: la pelota cayó dentro de la red y el Joventut se llevó el triunfo por 66-68. Todo pasó en un visto y no visto, al igual que la etapa de Rudy en Badalona, plagada de éxitos: una Copa del Rey (2008), una Eurocup (2008) y una EuroChallenge (2006).

El mate con mayúsculas

Rudy Fernández ya había sido campeón del mundo y subcampeón de Europa con España antes de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Este torneo no pudo ser más dulce para él: protagonismo (la confianza del seleccionador, Aíto García Reneses, era plena), una medalla de plata tras competir de tú a tú contra Estados Unidos en la final y, también, una jugada para la historia.

Dwight Howard aún debe tener pesadillas por las noches con Fernández. El póster se mantiene muy nítido en la memoria de todos los españoles, tras una jugada que empezó (puede que no lo recordases) con Rudy yéndose nada menos que de Kobe Bryant. Los días de gloria con la selección no dejaron de llegar, ni mucho menos, tras aquello: otro Mundial, tres Europeos, otra plata olímpica, un bronce de nuevo en los Juegos y otro a nivel continental. Galones más que contrastados: ahora es el capitán del equipo nacional y el cuarto jugador con más partidos como internacional de nuestra historia (224).

El primer europeo en el concurso de mates

Rudy Fernández tuvo un paso por la NBA un tanto agridulce. Elegido en el puesto 24 del Draft por Phoenix Suns, sus derechos fueron traspasados de inmediato a Portland Trail Blazers. Aunque sus números fueron correctos, las lesiones no le respetaron y su entrenador, Nate McMillan, nunca acabó de confiar del todo en él. Tras tres cursos en Oregón, acabó sus días en la mejor liga del mundo en Denver Nuggets, donde las cosas tampoco le fueron tan bien como hubiera deseado.

Años después de ese periplo estadounidense, podría decirse que el mejor año de Rudy allende los mares fue el primeroEn 2009, hizo historia al convertirse en el primer europeo que lograba participar en el concurso de mates del All-StarA día de hoy, todavía hay quienes siguen molestos por las puntuaciones que recibió Fernández (homenaje a Fernando Martín incluido). Juzga tú mismo por qué.

Bonus track: aportamos también este vídeo para ratificar que Rudy Fernández hizo bien en dedicarse al baloncesto y aparcar su carrera en la música...

Una conexión aérea de primer nivel

Si hay un compañero de equipo que ha entendido a la perfección a Rudy en la cancha, ese ha sido Sergio Rodríguez. Allí estaba el base canario cuando Rudy empezó a despuntar en la selección. También en Portland, donde ambos compartieron, por desgracia, más penurias que alegrías. Y, entre 2012 (el lockout de la NBA ya motivó una pequeña toma de contacto en 2011) y 2016, en el Real Madrid.

Rudy lo ha ganado todo en el club blanco desde que se convirtió en uno de los fichajes y puntales clave de la era Laso: cinco ACB y Copas del Rey, dos Euroligas, cinco Supercopas de España y una Copa Intercontinental. Muchos de esos títulos los vivió junto al Chacho. Fue el mejor socio para emprender unos vuelos baloncestísticos que hace tiempo que no toma con tanta asiduidad.

 

 

 

A pesar de que ahora los mates no acompañan a Fernández, queda demostrado que sí lo han hecho en algunos de los mejores momentos de su trayectoria. Una en la que aún (ha renovado hasta 2022 con el Madrid) queda tela que cortar.