Muy debatido en redes sociales
El polémico gesto de Mourinho: Se quita la medalla y se la regala a un niño de la Roma
Hace años explicó que no guarda medallas de subcampeonatos porque no tendrían un espacio importante en su casa y prefiere regalárselas a alguien que si las valore como merecen.
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
En los Juegos Olímpicos una medalla puede suponer un antes y un después en la carrera de un atleta, todos se preparan durante años para conseguir una y alcanzar la gloria y el reconocimiento en sus países. En otros deportes de equipo, el podio y las preseas son también síntoma y signo de grandeza, de cumplimiento de objetivos y de éxito. Sin embargo, en el fútbol no parece ser así. Al menos en el caso de los que pierden.
Es costumbre que en las finales muchos de los subcampeones las recojan, pero no se las pongan. O incluso si lo hacen se las quiten rápidamente del cuello. En muchas ocasiones se ha llegado a perder la noción de lo que supone llegar a un partido por el título y el valor que puede tener una medalla. Este miércoles se vivió un nuevo capítulo en este sentido en la final de la Europa League.
José Mourinho es un ganador. Un técnico que a lo largo de su carrera acumula éxitos y no está acostumbrado a vivir decepciones. En Budapest, ante el Sevilla, perdió la primera final de su trayectoria y tras recoger su presea de subcampeón hizo algo que ha generado críticas y aplausos al mismo tiempo, y no es la primera vez que sucede.
El luso se quito la medalla y se la entregó a un joven seguidor de la Roma ubicado detrás del banquillo. El muchacho no cabía en sí de gozo tras recibir el recuerdo. Mourinho había explicado hace años por qué hace estas cosas: "A veces, cuando gano, no me quedo con las medallas, imaginen cuando pierdo... En mi caso, la medalla se iría a algún lugar en mi casa. Y para ese niño es la luna. Para el niño, seguro es algo que va a mantener y recordar por siempre. Creo que es algo que el chico nunca olvidará".