Juegos Olímpicos | Triatlón

Primer oro en la historia de Bermudas gracias a la exhibición de Flora Duffy en triatlón; España, sin opciones

Flora Duffy, campeona del mundo en 2016 y en 2017, se exhibió este martes al ganar la prueba de triatlón de los Juegos de Tokio 2020 dando el primer oro en la historia a su país.

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Flora Duffy, campeona del mundo en 2016 y en 2017, se exhibió este martes al ganar la prueba de triatlón de los Juegos de Tokio 2020, en el circuito del Parque Marino de Odaiba de la capital japonesa, donde capturó el primer oro olímpico de toda la historia de su país, Bermudas.

Duffy, de 33 años, se impuso con total autoridad al cubrir el recorrido, de 1.500 metros a nado, 40 kilómetros en bici y diez más de carrera a pie, en una hora, 55 minutos y 36 segundos: un minuto y catorce segundos menos que la segunda clasificada, la británica Georgia Taylor-Brown; y con 1:27 de ventaja sobre la medallista de bronce, la estadounidense Katie Zaferes. En una prueba marcada por el fuerte aguacero que cayó justo antes y que retrasó quince minutos su arranque; y que la española Miriam Casillas acabó vigésima primera.

Las condiciones fueron completamente diferentes este martes a las que se encontraron el lunes los hombres, en la prueba que ganó el noruego Kristian Blummenfelt. Hubo menos calor, aunque, obviamente, más humedad (82,3 por ciento). Y el agua estaba a 27,3 grados centígrados, casi dos menos que 24 horas antes y cuatro por encima de la temperatura ambiental.

La inglesa Jessica Learmonth -novena al final- fue la primera en salir del agua de la bahía de Odaiba -donde se completaron un lazo de 950 metros y otro de 550-, justo delante de la brasileña Victoria Lopes, en un segmento en el que el grupo se estiró, formando la primera selección importante, que hizo acreedoras a los puestos delanteros, antes de la primera transición, a las tres del podio.

Learmonth y Lopes formaron un grupo de siete junto a las tres medallistas, la estadounidense Summer Rappaport -decimocuarta este martes- y la alemana Laura Lindemann, octava. A partir de ese instante, todo se redujo a una carrera por eliminación en la que la más fuerte, de lejos, fue Duffy. Sucesora en el historial de la prueba de la estadounidense Gwen Jorgensen; que intentó, de forma infructuosa, ser olímpica en Tokio en atletismo: primero en maratón y finalmente en el 10.000.

Duffy también había sucedido a Jorgensen -oro intercontinental en 2014 y 2015- en el historial del Mundial. Y que a la bermudeña le gustaban mucho las exhibiciones quedó muy claro en 2017, cuando revalidó título mundial con la puntuación perfecta.

Puntuaban para el certamen los cinco mejores resultados del año, más el de la Gran Final. Y Flora ganó cinco veces -en Yokohama (Japón), Leeds (Inglaterra, Reino Unido), Hamburgo (Alemania), Edmonton (Canadá) y Estocolmo, la capital de Suecia- antes de anotarse también el fin de fiesta en Rotterdam (Holanda).

Este martes hizo pensar de nuevo, dada su procedencia, que quizá se tratase de una extraterrestre, esta vez por la ventaja que les sacó a otras dos campeonas mundiales, las dos últimas, que subieron con ella al podio: Taylor-Brown y Zaferes, que había ganado el último mundial 'normal' -por etapas, en 2019- antes de que la anterior la sucediese a una sola prueba, el año pasado, en Hamburgo. Donde había relegado al segundo puesto, precisamente, a Duffy. Que, a causa de un par de lesiones, primero, y de la pandemia del covid-19, después, se había dejado ver poco por Europa durante los últimos años.

Las siete llevaban un minuto y siete segundos de ventaja, tras la primera de las ocho vueltas (de cinco kilómetros) al circuito ciclista, sobre el grupo perseguidor. Del que tiraba la suiza Nicola Spirig, oro olímpico en Londres 2012 y plata cuatro cursos después, en Rio (Brasil): la otra gran triunfadora del día; que a los 39 años se convirtió en la única triatleta -hombre o mujer- con cinco Juegos Olímpicos y que acabó en un sobresaliente sexto puesto.

En el grupo de Spirig también pedaleaban, entre otras, la holandesa Rachel Klamer y la italiana Alice Betto -cuarta y quinta al final, tras completar, al igual que la helvética, una carrera de menos a más-, así como otra neerlandesa, Maya Kingma, que acabaría undécima. Lo hicieron en un recorrido peligroso por lo deslizante del muy mojado pavimento, en el que comenzaron a producirse caídas, con sus primeras 'víctimas'; como la rusa Anatasia Gorbunova, la neozelandesa Ainsley Thorpe o la francesa Cassandre Beaugrand.

El grupo de siete se quedó en seis cuando en la tercera vuelta se quedó rezagada Rappaport; y se redujo a cinco en la sexta, al desfondarse Lopes. La ventaja del grupo cabecero siempre rondó el 'minuto diez' y era de 1:16 tras la sexta vuelta; cuando Miriam Casillas seguía rodando en el tercer grupo, el de la estadounidense Taylor Knibb -decimosexta este martes-, que pasó a 2:44.

En la última vuelta se descolgó Taylor-Brown, por un pinchazo que no la impediría remontar de nuevo y acabar capturando la plata. A correr se bajaron en cabeza el cuarteto integrado por Duffy, Lindemann, Zaferes y Learmonth. Con Spirig sexta, liderando el grupo perseguidor. Cuando la otra española, la barcelonesa Anna Godoy, debutante en Juegos, ya había sido doblada, por lo que no acabó la prueba.

Flora se despidió del resto nada más comenzar a correr. Zaferes le aguantó el primer arreón, pero ya rodaba a 17 segundos de ella tras la primera de las cuatro vueltas del trazado a pie. Y después del primer 'cinco mil', la bermudeña ya le sacaba 47 segundos a Zaferes y 52 a Taylor-Brown, cada vez más cerca de la anterior y 'oliendo' la plata.

No echó cuentas. No necesitaba. Iba más que sobrada y se dedicó a ampliar ventajas. Pasó la tercera vuelta con un minuto y siete segundos sobre la estadounidense y la inglesa; que, tras un pequeño descanso, se despidió de Zaferes, a la que no le disgustó el bronce. Casillas acabaría vigésima primera, a seis minutos y 16 segundos.

Convertida ya en platillo volante, Duffy amplió aún más la distancia sobre sus rivales. Le colocó 1:14 a Taylor-Brown -que se dio a conocer en 2017 ganando la prueba de la Copa del Mundo disputada en Madrid- y casi minuto y medio a Zaferes: para convertirse no sólo en la reina del triatlón, sino en la primera campeona olímpica de toda la historia de Bermudas.