Juegos Olímpicos | Kárate

Sandra Sánchez celebra eufórica en COPE su medalla de oro con su familia: "¡La que hemos 'liao'!"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Cuando Sandra Sánchez atiende a Tiempo de Juego, acababa de abrazarse con su entrenador y con el presidente del COE, Alejandro Blanco: "Quiero ver y tocar la medalla para creérmelo", le dijo la karateka a Manolo Lama.

Su entrenador Jesús creyó firmemente en ella. Tiene un daruma, un muñeco que no tiene ojos, en forma de talismán, que le regaló su entrenador, y el objetivo es pintarle un ojo por cada propósito que se cumple. Hoy ya podrá pintarle el ojo que le falta, tras conseguir la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio: "Le puse ese propósito. Cuando estaba agotada en cada entrenamiento, le miraba, veía que le faltaba ese ojo y me recordaba que tenía que luchar para pintarle el otro".

Analizó ese duelo por el oro ante la japonesa Kiyou Shimizu, que ganó y en su casa: "Sabía que existían factores en contra. Salir de azul parece que es un plus... Le dije a Jesús (su entrenador) que lo iba a sacar todo en el tatami".

Sandra Sánchez obtuvo una puntuación de 28.06, mientras que Kiyou Shimizu recibió 27.88.

Y cuando el juez la declaró ganadora, a Sandra se le llenaron los ojos de lágrimas. El deporte exige una celebración respetuosa. Sandra contó cómo sintió ese momento: "Es una mezcla de respeto que sé que se siente en el otro lado y la alegría desbordada que no se puede contener, ¡son tantas emociones!"

Un mensaje emotivo dedicado a su madre

La familia de Sandra Sánchez ha sido un apoyo en esta carrera hacia el oro en Tokio. Tiempo de Juego la permitió escuchar, en directo, el grito de guerra de sus sobrinos, en casa de su hermano Paquito: "¡La tita Sandra mola un montón, la tita Sandra mola mogollón!", gritaban los pequeños, al tiempo que Sandra se animaba a cantar con ellos: "¡Así se anima cualquiera!", exclamó.

Y, en COPE, le dedicó un mensaje muy emocionante a su madre. En el momento más duro de su vida, Sandra salió de la Residencia Blume porque su mamá tenía cáncer, para estar con ella: "Mira todo eso que nos hizo crecer dónde ha acabado. Por ti, por todos que estuvimos allí, por todos los que creyeron en mí en ese momento, cuando todavía no había ganado un campeonato de España... Esa medalla es un poquito de todos. ¡Te quiero mucho!", dijo a su madre.

El éxtasis de ganar en Japón a una japonesa

También en Tiempo de Juego, Alejandro Blanco y el entrenador Jesús del Moral coincidieron en la enorme dificultad de ganar en esta disciplina a una japonesa en su país: "el éxtasis es ganarle a Japón a una japonesa en katas".

"No hay otro secreto que el trabajo y el sacrificio día a día. Ha hecho lo mejor, lo que parecía imposible, ganar en Japón una final a una japonesa", explicó su entrenador con una felicidad inmensa.