Juegos Olímpicos
Saúl Craviotto y Mireia Belmonte, abanderados en una Ceremonia de Inauguración repleta de secretismo
El palista y la nadadora afirman que es "un año para adaptarse a todo" y a pesar de las restricciones, dice Belmonte, que "se mantiene el espíritu olímpico".
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El palista Saúl Craviotto y la nadadora Mireia Belmonte, los dos abanderados de la delegación española en la Ceremonia de Inauguración de los Juegos de Tokio de este viernes, reflejaron su emoción e ilusión a 24 horas de desfilar, aunque ninguno sabe demasiado de lo que les espera en el Estadio Olímpico por los pocos detalles que han podido conocer.
"Las últimas horas están siendo una mezcla de alegría y sobre todo de nervios porque estoy un poco nervioso. Deseo vivir este momento, que para mí es el más bonito de mi carrera deportiva", aseguró Craviotto en rueda de prensa telemática junto a la catalana y el presidente del COE, Alejandro Blanco.
La de Badalona, que se está "adaptando todavía al horario" porque llegó el miércoles, también vivirá "un momento especial" y se mostró "muy orgullosa de ser la tercera mujer española en la historia de los Juegos de Verano" de portar la bandera en la apertura de la cita. "Para la mujer es un hito y al estar con Saúl se refleja la igualdad y que haya menos diferencias", añadió.
Lo que ambos también comparten es la incógnita sobre cómo será la Ceremonia de Inauguración. "No tengo mucha idea de cómo va a ser, lo único que sé es que voy con Mireia, pero no sé si habrá una o dos banderas. Sólo sé que me recoge el bus temprano porque estoy a 900 kilómetros de viaje y que hay un planning al milímetro de horarios, controles y seguridad. Pero seguro que será algo preciso y estoy con ganas de vivirlo", comentó. "Creo que es una bandera, pero no tengo más información", aclaró la cuádruple medallista olímpica.
"Lo que cuenta es el momento y el que sea una experiencia única. Tenemos la suerte de poder competir y aunque vaya a ser una ceremonia diferente va a ser especial igualmente. Va a haber muchas emociones de por medio y estamos muy orgullosos de llevar la bandera", añadió Belmonte, para la que su designación "es una recompensa de todo lo que has vivido y te has esforzado".
Craviotto, al que David Cal, abanderado en Pekín 2008, le ha dicho que disfrute de "un momento único", también tiene claro que la celebración de los Juegos servirá para enviar "un mensaje de optimismo". "Que se celebren es algo ilusionante no sólo para España sino para la Humanidad en general, que todos los países y distintas culturas nos juntemos y podamos competir es ilusionante", indicó.
"Los españoles nos vamos a dejar la piel. Llevamos una delegación magnífica y soy optimista porque seguro que vamos a intentar arrasar. Los deportistas nos lo jugamos todo, son miles de horas de trabajo, kilómetros, de veranos e inviernos lejos de la familia y será una motivación extra si podemos arrancar alguna lágrima y que se olvide este momento que estamos viviendo", subrayó el ilerdense.
Craviotto confesó que intenta "leer lo menos posible" y "no hacer demasiado caso" a las noticias sobre una posible cancelación de la cita porque "no hay que descentrarse" y apuntó que será "clave" el saber adaptarse a las condiciones que rodean a los Juegos. "Ha sido un ciclo de locos, más que a nivel físico, moral, pero no hay que pararse en los problemas ni pensar en la presión y en lo que se espera de ti, que se añade a todos los inconvenientes que han surgido", sentenció.
Belmonte: "Son unos Juegos diferentes, pero el espíritu olímpico está"
Por su parte, Mireia Belmonte dio las gracias a los aficionados "por estar apoyando" al equipo. "Espero que vivan estos Juegos con tanta ilusión como nosotros y que estén orgullosos de la selección", expresó la nadadora para que estar en su cuarta cita olímpica "es otro sueño cumplido".
"Todos lo hemos pasado mal en este año y los Juegos son para disfrutarlos y vivirlos con ganas y ambición. Todo lo que esté en nuestra mano para hacer felices a los espectadores lo vamos a hacer y esperamos que con nuestros triunfos puedan pasar un buen rato", admitió la de Badalona.
Al igual que Craviotto, la catalana considera que es "un año de adaptarse a todo" y que aunque en la Villa Olímpica hay "muchas restricciones que antes no había" y que van a ser unos Juegos "diferentes", se mantiene firme "el espíritu olímpico". "Hay cosas que se escapan de nuestro control y hay que reaccionar de la mejor manera posible, pero todos estamos en las mismas condiciones y ganará el que mejor se adapte", avisó.
Finalmente, lamentó que "siempre hasta el último momento" parezca que los Juegos se van a cancelar y que "todo se echará a perder". "En la Villa se respira más o menos tranquilidad y yo no me siento en peligro. Estamos cumpliendo todas las medidas y hay que tener cuidado porque te vas a cruzar con mucha gente", zanjó.
Por su parte, Alejandro Blanco, presidente del COE, calificó a Craviotto y a Belmonte como "los dos mejores abanderados del mundo". "Lo sois por vuestra calidad y también por ser ídolos en el deporte nacional e internacional y un ejemplo del olimpismo", remarcó.
"Es un gran lujo los dos abanderados que tenemos. Ahora tenéis que disfrutarlo y vivirlo, vuestra imagen será la más buscada", afirmó el dirigente que tampoco sabe nada de la ceremonia. "Es el secreto mejor guardado, no sabemos si es larga o corta, pero sí que será espectacular. Ya ni pregunto, quiero que me sorprendan", puntualizó.
De todos modos, sí confirmó que sólo "desfilarán los deportistas" y en que en la grada no habrá tampoco invitados ni más representación española que él mismo y el secretario general del COE. "Va a ser una ceremonia para la televisión, las medidas son durísimas para todos", expresó.