Se retiró cojeando
Rafa Nadal avisa: "Habrá un momento en que mi cabecita diga basta, no se puede vivir feliz con dolor contínuo"
Rafa Nadal recuerda que su día a día, más allá del tenis, está envuelto en el dolor provocado por la dolencia crónica que padece hace mucho tiempo en un pie.
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Rafa Nadal ha caído eliminado este jueves en el Masters 1000 de Roma. Lo más preocupante es que ha perdido cojeando y con gestos de dolor. Nadal arrastra desde hace tiempo una lesión crónica en el pie que le ha impedido jugar con normalidad ante Shapovalov.
Nadal no ha podido ser más claro a la conclusión del encuentro: "Hay un momento que mi cabecita dirá basta. No se puede vivir continuamente con dolor, ya no por el tenis, sino por la vida. Es la realidad. Jugar con tanto dolor diario se me hace difícil. Se me hace difícil jugar feliz. El dolor te quita la felicidad y no para jugar al tenis, sino para vivir".
El tenista recordó que, para entrenarse sin problemas, toma muchos antiinflamatorios y que vive prácticamente cojo.
Pese a las dolencias, es optimista para participar en Roland Garros dentro de unos días: "Sigo creyendo que voy a tener mis opciones dentro de una semana y media en Roland Garros. Pero lo único que pido es que el pie me deje jugar con un mínimo de garantías".
Lo que ha pasado este jueves en Roma puede marcar el devenir de la carrera de Rafa Nadal. El manacorí, que es uno de los mejores deportistas de todos los tiempos, ha advertido de que puede haber un momento en que ya no pueda más porque no es feliz viviendo con dolor.
Dolencia crónica e incurable
Hace apenas siete días, en Madrid, donde disputaba el Mutua Madrid Open, ya habló de esos dolores crónicos: "Tengo el pie que siempre me duele cuando termino de jugar. Voy cojo muchos días de mi vida, forma parte de mi día a día, sobre todo cuando juego partidos o entrenamientos largos. Tengo una lesión en el pie, como sabéis, crónica e incurable".
Sin embargo, el partido frente a Shapovalov le ha dejado algunas cosas positivas, que le hacen llegar con optimismo a la tierra batida de París. Nadal supo que ha tenido momentos, especialmente en el primer set, en los que ha jugado a su mejor nivel y tiene el convecimiento de que su pie mejorará en los próximos días.