Roland Garros | Segunda Ronda

Alcaraz sobrevive ante Albert Ramos y accede a tercera ronda; Nadal gana fácil

El murciano levantó una bola de partido para ganar a un gran Albert Ramos por 6-1, 6-7, 5-7, 7-6 y 6-4 en casi cinco horas de partido. Nadal ganó a Moutet a Moutet 6-3, 6-1 y 6-4.

Alcaraz y Nadal, en la siguiente ronda de Roland Garros (EFE)

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

7 min lectura

El español Rafael Nadal se impuso este miércoles en la segunda ronda de Roland Garros al francés Corentin Moutet, 6-3, 6-1 y 6-4 en 2 horas y 9 minutos, en el que es su triunfo 300 en Grand Slam.

Más de la mitad, 107, los ha conseguido en Roland Garros, donde solo ha perdido tres veces y donde persigue anotarse el torneo por decimocuarta ocasión, para totalizar 22 grandes. Nadal tiene 25 victorias menos en los cuatro grandes que el serbio Novak Djokovic y está a 69 del suizo Roger Federer, que lidera esa clasificación, aunque ambos tienen un Grand Slam menos que el español.

"He jugado un buen partido ante un rival con mucho talento. Cada día es duro para mi en las últimas semanas, han sido días complicados. Las lesiones no me han dejado tener ritmo y cada victoria es importante para recuperar el ritmo", aseguró el español.

En la sesión de noche, en una velada fresca en París, Nadal se mostró sólido en su juego, entró en la pista central como un torbellino, pero bajó el nivel tras anotarse el segundo set, lo que dio alas al francés, zurdo como él, de 23 años, en parte formado en la academia del español en Mallorca y que tiene a Nadal como ídolo. Así que le rompió el saque de entrada, aunque pronto remontó Nadal, que con la perspectiva de la victoria volvió a dejar escapar su servicio cuando sacaba para ganar. Pero las ganas de cerrar el duelo en tres mangas le llevaron a acelerar y, en el siguiente juego, con el saque del francés, cerró el duelo.

Su siguiente rival será el holandés Botic van de Zandschulp, cabeza de serie 26, de 26 años y 29 del mundo, una estrella ascendente que este año se ha anotado el torneo de Múnich y que el pasado alcanzó los cuartos del Abierto de Estados Unidos.

El español Carlos Alcaraz superó con dificultades la segunda ronda de Roland Garros ante su compatriota Albert Ramos, que dispuso de una bola de partido y acabó derrotado por 6-1, 6-7(7), 5-7, 7-6(2) y 6-4, en 4 horas y 34 minutos.

En un vibrante partido, el cabeza de serie número 6 se vio obligado a emplearse a fondo y remontar para seguir adelante en un torneo donde es uno de los principales candidatos para la victoria final. "Gracias al público, me he sentido como en casa", clamó Alcaraz, que respiraba acelerado como quien se ha salvado de un susto mayúsculo.

Nada hacía presagiar el escenario que se produjo cuando el partido comenzó y en menos de media hora Alcaraz se había apuntada el primer set. Pero seguro que, cuando dentro de muchos años eche la vista atrás para repasar su carrera, recuerde esta cita como una de las que forjaron su carácter. Porque tras ese parcial, Alcaraz estuvo empantanado en la trampa que le tendió Ramos, que le colocó frente a un laberinto.

El número 44 del ránking, de 34 años, dio una lección estratégica con la que domesticó la potencia del 6 del mundo, de 19, que atrae sobre sus espaldas todos los focos mediáticos, hasta el punto de considerarle el principal rival del serbio Novak Djokovic y del español Rafael Nadal, los grandes dominadores de los últimos años.

No encontraba la salida el tenista que ha marcado el inicio de temporada por su precocidad y su potencia, que le han llevado a apuntarse dos Masters 1.000, Miami y Madrid, además de los torneos de Río de Janeiro y Barcelona.

Alcaraz, que ha demostrado estar acostumbrado a codearse con los grandes, que ha derrotado a Djokovic y a Nadal, se enredó ante un tenista que tiene en el pasado sus mejores gestas.

El murciano tenía 13 años cuando Ramos alcanzaba los cuartos de final en Roland Garros, su mayor hazaña junto a la final que jugó en Montecarlo el año siguiente, una de las siete que ha disputado, seis de ellas sobre arcilla.

Toda la experiencia adquirida la puso al servicio de la victoria en una pista hostil, la Simone Mathieu, la tercera en importancia del complejo, que coreaba "¡Carlós, Carlós!" en señal de respeto para su nuevo héroe, aire fresco en un circuito anquilosado.

La veteranía de Ramos, un tenista que hace poco ruido, sirvió para aislarse de esos contratiempos y proseguir por la senda marcada, hacer correr a su rival, impedirle que cargara su brazo de pólvora, llevarle al límite para empujarle al fallo.

Los errores no forzados se fueron acumulando, a medida que la paciencia de Alcaraz parecía agotarse. El superdotado escondido en un cuerpo de 19 años dejó aparecer al adolescente y el miedo asomó en su mirada y sus gestos de desesperación.

Así se escapó la segunda manga, una obra de arte de tenis de arcilla de Ramos, y duró la lección toda la primera parte del tercero, solo detenida por golpes puntuales de genio de Alcaraz, que no pudo evitar dejar escapar el parcial.

El duelo se igualó algo en el cuarto, cuando el cansancio desafinó la puntería de Ramos, pero el catalán, astuto, sorprendió en el noveno, arrebató el servicio a su rival y se colocó en situación de cerrar el partido con su servicio. Tras remontar una bola de rotura, dispuso de otra de partido, que no supo concluir, dejando con vida a un Alcaraz que tuvo arrestos para forzar el juego de desempate en el que fue muy superior.

El partido, que para entonces ya era una moneda al aire, paralizó el torneo. Todo el mundo pendiente de lo que sucedía en aquella pista donde el campeón del mañana estaba contra las cuerdas frente a un veterano con poco palmarés.

Era la cuarta vez que el joven murciano disputaba un partido a cinco sets y todos las había ganado. El año pasado en Wimbledon le remontó dos mangas al japonés Yasutaka Uchiyama y en el Abierto de Estados Unidos juntó también cinco parciales en tercera ronda contra el griego Stefanos Tsitsipas y en octavos ante el alemán Peter Gojowczyk, contra quien también había perdido los dos primeros.

El cuarto no empezó con buen augurio, 3-0 para Ramos y, de nuevo, la joven promesa contra las cuerdas. Pero ahí apareció su mejor versión, se rehizo, desapareció el miedo de su juego, se estiró su brazo y, aunque Ramos aun opuso resistencia, acabó por cerrar el duelo.

Alcaraz se medirá por un puesto en octavos, y mejorar así su actuación del año pasado, contrael estadounidense Sebastian Korda, que venció a Gasquet.

El español Bernabé Zapata consiguió este miércoles alcanzar la tercera ronda de Roland Garros, la primera vez que lo hace en un Grand Slam, tras derrotar al estadounidense Taylor Fritz, decimotercer favorito, por 3-6, 6-2, 6-2 y 6-3 en 2 horas y 17 minutos.

Procedente de la fase previa, el tenista valenciano, de 25 años, se rehízo bien de la primera manga e impuso un juego típico de tierra que acabó por desarbolar al mejor estadounidense del ránking.

El serbio Novak Djokovic, defensor del título, no bajó el nivel en la segunda ronda de Roland Garros y derrotó al eslovaco Alex Molcan por 6-2, 6-3 y 7-6 (4) en 2 horas y 15 minutos.

Camino de su tercer triunfo en la arcilla parisiense, lo que le permitiría igualar a 21 Grand Slam con el español Rafael Nadal, el número uno del mundo está demostrando que ha encontrado su momento álgido de forma.

Reciente ganador en Roma, el serbio no tuvo piedad del joven eslovaco, de 24 años, 38 del mundo, que afrontó el partido tras haber alcanzado las finales de Marrakech y Lyon. Y, sobre todo, que tiene en su equipo técnico a Marian Vajda, el entrenador histórico de Djokovic, posiblemente el hombre que mejor conoce al serbio.

Nole se medirá por un puesto en octavos de final contra el esloveno Aljaz Bedene, 195 del ránking a sus 32 años, que derrotó al uruguayo Pablo Cuevas por 4-6, 6-4, 7-6 (5) y 6-4 en la que es su segunda victoria de la temporada en tierra batida.