CIENCIA

¿A qué huelen los rayos, qué color tienen y cómo protegernos de ellos?

Hablamos con una astrofísica sobre el característico olor de los rayos, su formación y color.

¿A qué huelen los rayos, qué color tienen y cómo protegernos de ellos?

Verónica Ruiz

Almería - Publicado el

2 min lectura

Según la RAE, un rayo es “una chispa eléctrica de gran intensidad producida por descarga entre dos nubes o entre una nube y la tierra”. La investigadora del Instituto de Astrofísica de Andalucía, María Pasas, indica que lo que se produce “es una descarga de electricidad estática en forma de plasma”. En las nubes se forman turbulencias debido a contrastes de temperaturas. “Esa energía se acumula en la parte alta con carga positiva y, en la parte baja, con carga negativa” de modo que “cuando la acumulación es muy importante, entonces, se produce el rayo”, comenta.

El color se debe a la exposición de la atmósfera. Se forma un gas ionizado que emite luz. El más conocido es el fuego pero también tenemos el ejemplo de las televisiones de plasma. El motivo por el que los rayos son de color blanco rosado se debe a que la atmósfera está formada sobre todo por nitrógeno en torno a un 80 por ciento y los plasmas son rosas. “Vienen a ser como códigos de barras asociados a cada elemento químico”, señala Pasas. Por ejemplo, el plasma de neón es naranja.

¡HUELE A RAYOS!

Los rayos más bien huelen a ozono. Al menos, en el laboratorio donde trabaja esta investigadora andaluza y en el que se simulan rayos mediante pequeñas descargas para estudiarlos y analizarlos.

“Huelen diferente que en la calle”, apunta. El olor es muy característico y nada agradable, por cierto.

El ozono está presente en la atmósfera y, en días de tormenta, su concentración en las zonas bajas aumenta.

LA ENERGÍA DE LOS RAYOS NO ES APROVECHABLE PARA USO DOMÉSTICO O INDUSTRIAL

“No interesa”, dice Pasas tajante. La energía que da un rayo ronda los 1.000 millones de julios mientas que un aerogenerador produce en un solo día 200.000 veces más energía e incluso una placa solar fotovoltaica doméstica produce 100 mil veces más.

Además es aleatorio el lugar donde va a caer y habría que almacenarla sin exponer a los operarios ya que hay riesgos. “Es preferible, por tanto, instalar una placa fotovoltaica a un sistema de captación de rayos”, según Pasas.

PROTEGERNOS DE LOS RAYOS A CUBIERTO

Si estamos en el mar, y se avecina tormenta, lo mejor es salir inmediatamente del agua. En caso de que no nos diera tiempo y comenzasen a producirse los relámpagos, lo aconsejable sería zambullirnos.

Y, recuerda que nunca debemos refugiarnos debajo de un árbol.

Normalmente el rayo impactará sobre el elemento más alto. Imagínate si se parte una sola rama y te cae encima.