UD Almería: La zona del infierno es el nuevo hábitat del más goleado

A la séptima la UD Almería cayó a la zona del infierno. Así se podría resumir lo que ha vivido el conjunto rojiblanco almeriense en este fin de semana, en el que ha encajado una nueva derrota, la tercera de la actual campaña, y que lo baja a la parte de la clasificación en la que, al comienzo del curso, pocos podían pensar para el presupuesto más alto de la competición.

Eso sí, el plantel entrenado por Rubi ocupa una zona que, números en mano, le debía corresponder más pronto que tarde. Porque es el conjunto más goleado de lo que se lleva de campeonato. Con los cuatro de ayer, el Almería ha recibido ya 15 goles. Cifras imposibles de igualar en el aspecto ofensivo. Tanto es así como que, en los tres últimos encuentros, los almerienses han logrado seis tantos, que únicamente le han valido para sumar un punto (Eibar), habiendo sido goleado en los otros dos.

Como este domingo en el campo del Levante. Los valencianos se encontraron con la versión más 'generosa' del Almería. Porque no se entiende de otra manera los continuos regalos que hicieron al equipo entrenado por Julián Calero. Si Rubi advertía en la previa que los granotas, incluso jugando en casa, son el equipo más peligroso a la contra y que, por tanto, debían evitar las pérdidas en el centro del campo, pues al minuto ya le habían dado la 'razón' a su entrenador. Una pérdida absurda en el centro del campo fue el germen del 1-0. Calcado a lo que fue el 2-0, iniciado con otra pérdida absurda. Todo desarrollado con un nefasto repliegue defensivo que dejó vendida a la zaga rojiblanca.

REACCIÓN ALMERIENSE

Y como el Almería también demuestra que sabe marcar, antes del descanso habían ya igualado el marcador con dos tantos de Sergio Arribas. Quizás fue lo peor que le pudo pasar al Almería. Porque dio la sensación, con el 2-2 en el resultado, que habían hecho bien las cosas, cuando era todo lo contrario.

Tal y como se vio en la reanudación. Otro error almeriense y otro gol del Levante. Otra vez tocaba remar contracorriente. Agua y más agua. Ya la puntería, como viene sucediendo, les fue esquiva y, en el tramo final, otra pérdida absurda le permitió a los valencianos sentenciar el partido en el marcador, porque en el desarrollo del choque ya estaba más que sentenciado.

La derrota, unido a las victorias del Deportivo de La Coruña y del Córdoba, manda al Almería a zona de descenso. Evidenciando que la dinámica más que negativa del pasado curso sigue instalada en un vestuario que no logra mostrar todo el dinero que vale. Más de un año con tres victorias el pasado curso (todas en el tramo final) y una en el actual ejercicio, en la segunda jornada ante un Tenerife que es el colista de la competición y que solamente ha conseguido dos empates en siete jornadas. Ambos, junto a Racing de Ferrol y Cartagena, ocupando puestos de pérdida de categoría.