ALMERÍA

El sol hizo brillar las procesiones del Jueves Santo

El tiempo acompañó finalmente y nada impidió los desfiles procesionales de Rosario del Mar, Encuentro, Angustias y Silencio.

Alberto Sentís

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

El Jueves Santo se iniciaba en Almería con incertidumbre en lo meteorológico. La lluvia cayó en intervalos desde la mañana, e incluso a primeras hora de la tarde. Por suerte, para todos los cofrades que ayer hacían estación de penitencia en uno de los días grandes de la Semana Santa, por la tarde el cielo aguantó y solo se precipitaron unas tímidas y leves gotas que no impidieron los desfiles procesionales de Rosario del Mar, Encuentro, Angustias y Silencio.

Rosario del Mar

La que inauguró el Jueves Santo fue la Hermandad del Rosario del Mar desde el Santuario de la patrona. A las cinco y media la Virgen del Mar se mostraba a todos los almerienses para el que paso de Jesús de las Penas en el abandono de sus discípulos volviera a salir a la calle este año. La bella imagen, obra de Luis Álvarez Duarte, en un futuro se verá acompañada de otras imágenes secundarías para completar un magnifico misterio. En la retaguardia la banda de Cornetas y Tambores Santa Cruz es quién no abandonaba a Jesús. Después la bellísima Virgen del Rosario del Mar apareció entre una nube de incienso y derramando lagrimas por el destino que le espera a su hijo. Un itinerario precioso el que tiene esta hermandad, pasando por las faldas del recinto amurallado de la Alcazaba, para que a eso de las 10 de la noche volvieran a verse las caras sus titulares con la Virgen del Mar.

Encuentro

A las siete menos cuarto Ciudad Jardín estaba en la calle esperando la salida del Encuentro. Primero lo hizo la Verónica con su paso portado a malagueña por portadoras. Después el Nazareno y la Virgen de la Amargura, en una salida que para ambos pasos es muy complicada debido a las pequeñas dimensiones de la puerta y posterior arco de la Iglesia de San Antonio de Padua. Una imagen, la del Nazareno, que es la única que cuenta con cabello natural y la túnica con la que procesiona data de principios del siglo pasado. A las nueve menos cuarto en la Plaza Circular se producía el que, con toda seguridad, es el momento más multitudinario de la Semana Santa almeriense. El Encuentro del Nazareno, la Virgen de la Amargura y la Verónica es algo tan genuino y mágico que ese instante no se lo quiere perder nadie. Tras esa emoción siguieron su largo recorrido por el Paseo de Almería y hasta la Catedral para entrada ya la madrugada su barrio de Ciudad Jardín despidiera a sus titulares hasta el año que viene.

Angustias

Cinco minutos después del Encuentro salía las Angustias desde el patio del colegio de la Compañía de María. Largas filas de nazarenos de túnica morada acompañan al Cristo de la Buena Muerte y a Nuestra Señora de las Angustias. Una hermandad que tiene su sede canónica en San Juan, pero su puerta impide que los pasos salgan de esa Iglesia, antigua Mezquita-Catedral almeriense. Una Iglesia que visitan por un itinerario muy interesante realizado por el casco histórico de nuestra ciudad. Un Cristo de la Buena Muerte que iba adornado con iris morados como es habitual entre su exorno y una Virgen de las Angustias con su hijo sobre su regazo que contaba con anthurium y rosas holanda entre su exorno floral. Hacía las 12 de la noche volvía al colegio de la Compañía de María a la espera de que el sábado santo sus titulares, en un solemne traslado, regresen a su sede canónica sita en la Iglesia de San Juan.ç

Silencio

La última hermandad en hacer estación de penitencia por las calles del centro de Almería es la del Silencio. Desde la Iglesia de San Agustín a las nueve y cinco de la noche, empezaron a salir en estricto silencio sus hermanos. Estos hacen promesa de silencio en interior de la parroquia antes del inicio de la procesión. El primero de los pasos es un impresionante misterio, de muchísima envergadura, que representa el descendimiento del Señor. El Cristo de la Redención como así es denominado su titular impartió a todos los presentes su misericordia cuando, ya inerte, es bajado de la Cruz. El buen hacer de la cuadrilla comandada por Alejandro Suárez superó con nota todas las dificultades que supone portar este paso, que como estrenaba una túnica en terciopelo verde para San Juan Evangelista. Cerrando la procesión la Reina de la rambla Alfareros, la Virgen del Consuelo, de dulces y juveniles rasgos, obra de Antonio Castillo Lastrucci. Su paso de palio es una joya realizada en los talleres de Villarreal y que cuenta con cinco varales y que estrenaba candelabros restaurados y plateados por el orfebre Alejandro Borrero. Además la Virgen llevaba una nueva mantilla de encaje de Bruselas. Hacía las dos de la madrugada, la Rambla Alfareros se llenaba de fieles y devotos para arropar a la hermandad en esos últimos instantes antes de que el Cristo de la Escucha a las 5 de la madrugada hiciera ese vía crucis partiendo desde la Catedral.

La Escucha

La Escucha es el vía crucis por antonomasia de la religiosidad popular de Almería, en el que antaño eran legiones de fieles llegados de toda la provincia los que le acompañaban con los de la capital desde horas antes de la vela, posterior recorrido del vía crucis y su regreso con los primeros rayos de sol a la Catedral, para que todos aquellos que lo deseaban pudiesen besar sus pies. Cuando las primeras luces de la mañana iluminaban a este Cristo Crucificado de color negro obra de Jesús de Perceval, se ponía punto y seguido a estas intensas horas cofrades que tendrán continuidad con el Viernes Santo.