Laura, médico de familia en Andalucía: "Conocer al paciente ayuda a evitar enfermedades"
La doctora Carbajo reconoce que cuando ve a sus pacientes a los que lleva años tratando, sabe en seguida si algo no va bien
Sevilla - Publicado el - Actualizado
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Acaba de terminar la guardia. Hace unos minutos. Y todavía con la bata puesta nos atiende. La doctora Laura Carbajo es médico de Atención Primaria en el servicio de urgencias del Hospital de Riotinto, en Huelva.
Nos ha contado que siempre tuvo claro que quería se médica. Durante la carrera "se enamoró" de la Atención Primaria. Hace ahora catorce años que terminó la especialidad. Ama su trabajo. Y lo demuestra en cada guardia. Como la de hoy. Lleva veinticuatro horas en el hospital. Un día entero. “La de hoy no ha sido muy dura”, nos dice. Aún así, necesita descansar.
Las peores guardias suelen ser en verano, "porque nos acostamos tarde, hay desplazamientos por la noche y hay más posibilidad de accidentes de tráfico. De hecho, en los meses de calor, las guardias se intensifican y pueden incluso alargarse".
"Han cambiado mucho las cosas"
En estos catorce años, las guardias han cambiado mucho. “Antes, durante una guardia, el médico estaba a la expectativa, ahora está trabajando durante las veinticuatro horas, y el desgaste es mucho mayor.”
Para aguantar la presión, la doctora y portavoz de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, nos cuenta que hay varios equipos de guardia. “Es fundamental para dar al paciente la mejor atención.”
Por eso, durante esas veinticuatro horas, el médico debe tener unos minutos para salir a respirar o parar a almorzar. Es algo normal: “Cuando tengo que ir a comer, se lo digo a mis pacientes. Es algo normal. En un trabajo de quince o dieciséis horas, normalmente se para para comer. Imagina si son veinticuatro horas”. Y los pacientes lo entienden.
Una vez terminada la guardia , el descanso es obligatorio. Por ley. En unos días, la doctora Carbajo volverá a pasar consulta. La doctora dice que la Atención Primaria tiene muchas ventajas sobre otras especialidades. Y sobre todo, en las zonas rurales.
Cuando el médico conoce al paciente y lleva mucho tiempo atendiéndolo, los problemas que puedan ser el inicio de un proceso grave o complejo, se diagnostican con mayor facilidad desde el principio, y se pueden prevenir enfermedades.
De hecho, la doctora insiste: "mantener el mismo médico de familia, reduce la mortalidad en la población". Porque el especialista conoce muy bien al paciente. “Hay estudios que lo corroboran”.