Rafael Guerrero, delegado episcopal para las Hermandades y Cofradías, nos orienta sobre cómo vivir este tiempo de Cuaresma

El pasado miércoles fue Miércoles de Ceniza, lo que significa que nos adentramos en la Cuaresma. Un tiempo especial en la vida de la Iglesia, un período de conversión, reflexión y preparación que culmina en la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. La Cuaresma es especialmente significativa para las hermandades y cofradías, que durante estas semanas se preparan para acompañar al pueblo de Dios en la vivencia de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. A lo largo de los siglos, estas instituciones han sido pilares fundamentales en la transmisión de la fe y en la realización de obras de caridad, llevando la espiritualidad de la Cuaresma a cada rincón de las comunidades.

Las hermandades y cofradías desempeñan un papel fundamental en la vivencia de estos momentos litúrgicos, acompañando a los fieles en su camino de fe. Este año, además, celebramos el Jubileo de la Esperanza, un acontecimiento que invita a todos a renovar su esperanza y vivir con mayor intensidad la espiritualidad cuaresmal.

Pues bien para poder aprovechar este tiempo litúrgico y conocer de primera mano cómo están trabajando durante este curso pastoral las hermandades y cofradías de nuestra diócesis, en el programa de hoy contamos con el delegado episcopal para las Hermandades y Cofradías, Rafael Guerrero.

Además, como siempre, escuchamos el mensaje semanal de nuestro obispo, Mons. Rafael Zornoza.

Y repasamos lo más destacado de la actualidad diocesana.