La Zona Franca de Cádiz, instrumento para amortiguar el contexto de incertidumbre comercial mundial
Las empresas tienen un gran aliado en el Consorcio para enfrentarse a la nueva situación arancelaria anunciada por el presidente Trump gracias al importante

Zona Franca
Cádiz - Publicado el
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La Zona Franca de Cádiz está reforzando su estrategia y su presencia en los mercados internacionales como un instrumento para amortiguar el contexto de incertidumbre comercial mundial ante la entrada en vigor en los próximos días del anuncio hecho este miércoles por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer “aranceles recíprocos e inmediatos” para todos los sectores y para el resto del mundo.
El Consorcio gaditano ha intensificado sus contactos en los últimos meses, sobre todo con los mercados latinoamericanos y sus zonas francas, y la incorporación de la Zona Franca de Cádiz como miembro de la Asociación de Zonas Franca de las Américas (AZFA) consolida el vínculo y refuerza a la Institución gaditana como aliado para atenuar impacto de estas medidas en las operaciones de comercio exterior.
Las ventajas aduaneras y fiscales en sus dos recintos fiscales, que vertebran la capacidad logística en toda la provincia y el área del Estrecho de Gibraltar, su ubicación estratégica, sus espacios de calidad y su nueva línea de trabajo son indispensables para intentar paliar los efectos de las medidas de Trump, dando respuesta a las empresas que buscan reducir su dependencia de los mercados estadounidenses y obtener un ahorro de costes por los beneficios fiscales.
El papel de la Zona Franca de Cádiz va en consonancia con las medidas anunciadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en cuanto se ha conocido el anuncio hecho por Trump. El Gobierno va a reforzar su protección a trabajadores y empresas movilizando 14,100 millones de euros, actuando así como un escudo protector ante la nueva situación económica mundial.
El anuncio hecho por el presidente estadounidense, con unos aranceles del 20% a la Unión Europea, preocupa enormemente a todos los mercados internacionales y, por supuesto, a las empresas españolas y andaluzas ya que solo el sector del vino es un gran exportador a Estados Unidos, al igual que el del aceite.
También los países de América Latina, con los cuales Zona Franca de Cádiz mantiene un estrecho vínculo a través de la AZFA, están muy afectados por los aranceles impuestos por Trump que les ha impuesto un arancel mínimo del 10%.
En este sentido, Zona Franca es un gran aliado, un instrumento de valor, tanto para las empresas nacionales como foráneas. Sus ventajas aduaneras y fiscales a las operaciones vinculadas al comercio exterior suponen un gran ahorro de costes para los operadores, que mientras realizan sus actividades en recinto fiscal están exentos de determinados impuestos.
La incorporación a la AZFA y la presencia de su marca como modelo de industria 4.0 y Economía Azul en distintos foros internacionales ha posicionado a Cádiz como referente en los mercados exteriores, avalando su actividad con su experiencia de casi un siglo comerciando con el mundo y en especial con los mercados latinoamericanos.
La situación a la que se enfrentan las empresas importadoras y exportadoras es complicada. El delegado del Estado en la Zona Franca, Fran González, ha señalado que “las empresas españolas ya estaban soportando los aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio desde marzo y el del 25% sobre los automóviles y los productos farmacéuticos” y ha añadido que también “hay que tener en cuenta las operaciones de importación aunque habrá que esperar a las contramedidas que interponga la UE a la entrada de productos en nuestro territorio”. Es principalmente en estas operaciones “en donde Zona Franca se constituye como un espacio donde poder almacenar mercancías procedentes de un país tercero sin que ello suponga el pago de aranceles e impuestos internos (IVA e II.EE) hasta que la mercancía no se destine al consumo final. El tiempo de permanencia es ilimitado, disponiendo el importador de un margen de tiempo suficiente para establecer su estrategia comercial”.
Las ventajas aduaneras y fiscales de Zona Franca son un instrumento valiosísimo porque estar en recinto fiscal permite además la realización de operaciones de transformación, que consiste en la elaboración de un producto nuevo a partir de materias primas y destinarlo al mercado exterior no UE, sin soportar ningún arancel o impuestos internos.
En este contexto es importante señalar que la Zona Franca de Cádiz está analizando el impacto motivado por la incertidumbre por la aplicación de las medidas del presidente estadounidense en las empresas que operan en el recinto y los resultados constatan que el impacto en las empresas instaladas en el Consorcio gaditano es menor comparativamente con otros espacios.
El delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Fran González, ha matizado que “a modo de ejemplo hay que decir que ninguno de los operadores del sector agroalimentario -uno de los más afectados- que tienen actividad en los recintos fiscales se ha visto afectado por esa política arancelaria porque no mantienen contacto comercial con los mercados estadounidenses, ni para operaciones de importación ni de exportación. Sus mercados de referencia son otros países como Canadá, Reino Unido, Marruecos, Francia, Italia, Portugal, Corea, Chipre, incluso a otros países de Europa, África, América y Oriente Medio, como es el caso de Harinera Vilafranquina o Petaca Chico”.
Actualmente la Zona Franca de Cádiz trabaja para optimizar sus condiciones e infraestructuras con el fin de ofrecer a empresas y operadores, los mejores espacios y ventajas para hacer frente a la nueva situación internacional. De esta forma, el Consorcio ha finalizado recientemente un plan de mejora y modernización de instalaciones que, enmarcado en el Plan de Viabilidad 2021-2025, va a dar paso en breve al Plan Estratégico para 2025-2030.
El plan de mejora ha contado con una inversión total que supera los 1,8 millones de euros con trabajos destinados a las mejoras de infraestructuras hidráulicas y eléctricas; asfaltado de los principales viarios, apertura de nuevas bolsas de aparcamiento; nuevos accesos; apuesta por la movilidad sostenible con carril bici y electrolinera… todo enfocado a facilitar y ofrecer mejores servicios al tejido productivo para aumentar su capacidad competitiva, conscientes de que muchos de los operadores del sector logístico ven mejorar su capacidad competitiva con estas mejores infraestructuras.
En todo este contexto, la línea de trabajo del Consorcio gaditano está caracterizada por la sostenibilidad y la transición ecológica que marcan la nueva estrategia, el nuevo modelo de industria 4.0 que está implantando la Zona Franca de Cádiz.
Es importante señalar también el Plan de Descarbonización que está desarrollando la Zona Franca de Cádiz, que supone un valor añadido para la actividad comercial de sus espacios. Este plan ya ha superado la primera fase con un informe de huella de carbono que va contar también con un plan de mitigación y de compensación de las Emisiones de Efecto Invernadero (GEI) con un proyecto piloto en la Bahía de Cádiz con Carbono Azul.
La Zona Franca de Cádiz es en definitiva una herramienta de gran valor para las empresas y operadores que trabajan en los mercados exteriores. Sus 600.000 m2 de recintos fiscales con ventajas aduaneras y fiscales; 2,5 millones de metros cuadrados de espacios productivos; 397 empresas instaladas, que generan más de 3.600 empleos directos y 7.500 empleos indirectos; 9 polígonos industriales y 20 edificios de oficinas ofrecen un amplio abanico de opciones para cubrir las necesidades del sector empresarial.
Todo este potencial se pone de manifiesto en los distintos foros internacionales en los que está presente la Zona Franca de Cádiz, incluso en las reuniones que mantiene de forma periódica con la Asociación de Zonas Francas de las Américas, la última de las cuales se ha celebrado esta semana.