El Jueves Santo mira al cielo esperando disfrutar sus cinco cofradías en la calle

El Jueves Santo jerezano tiene una primera invitación en los Santos Oficios que, desde las cinco de la tarde, preside monseñor José Mazuelos en la Catedral. Día en el que, desde las celebraciones en los templos y la adoración al Santísimo en los monumentos eucarísticos, salen a la calle trajes negros y mantillas, la jornada procesional ya comenzará vestida de gala para disfrutar de sus cinco cofradías.

La primera en aparecer en las calles de su barrio de Icovesa (18 horas) será la salesiana Redención. Su paso de misterio, el único de momento en su recorrido, representa a Jesús ante el sumo sacerdote Anás. Estará acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas de Arcos y su canasto ve continuadas las labores de dorado. Verla por su barrio contribuye a comprobar cuánto se le quiere.

Ante ella en Carrera Oficial procesionará la Vera-Cruz aunque saldrá poco después desde su templo de San Juan de los Caballeros (18:35). De estética canónica, el calvario que el Cristo de la Esperanza comparte con los dos ladrones ve fortalecida su impronta con los sones de Ministriles Hispalensis. Es cofradía marianista que este año estrena relicario del Padre Chaminade y Virgen del Pilar de plata en el palio de las Lágrimas.

Estas dos primeras estarán ya en la calle cuando, con poco margen entre ellas, abrirán las puertas de Santo Domingo, San Dionisio y el Carmen las hermandades de centro de este Jueves Santo. La Oración en el Huerto (19:40), Mayor Dolor (19:45) y Sagrada Lanzada (19:50) constituyen buena parte de lo más clásico de esta tarde noche y probablemente de toda la Semana Santa de Jerez.

La mirada estará puesta en el cielo. Las previsiones no son buenas. Pero todos desean poder ver en sus respectivos itinerarios el consuelo que el Señor del Getsemaní jerezano recibe el ángel confortador, una Lanzada que estrena túnica para la Magdalena o glaudius para su Longinos a caballo o el Mayor Dolor que ha restaurado los candelabros del paso de misterio de plata que ocupan Ecce Homo, Pilatos y el romano.