Conoce la historia de una mole de hormigón elevada sobre 17.235 metros cuadrados para nada

Jerez de la Frontera es una ciudad cuya aspiración de contar con los servicios que merecen sus 212.000 habitantes le lleva a dar pasos decididos en la medida que puede. Así, por ejemplo, consiguió en 1991 que, con gran empeño del exalcalde Pedro Pacheco, la iniciativa de la Diputación de Cádiz de dotar a la provincia de palacio de exposiciones y congresos le permitiera contar, al menos, con el primero de esos usos. De este modo nació el Palacio de Exposiciones de Ifeca en pleno Parque González Hontoria, donde mantiene la actividad ahora limitada por la pandemia.

Pero siempre le quedaron las ganas de unas instalaciones más amplias, importantes y que le valieran también como sede para congresos y otros grandes acontecimientos. De este modo, con la socialista Pilar Sánchez en la alcaldía y Pacheco entonces como delegado de Urbanismo, fue presentado en 2006 este proyecto faraónico que, como ahora reconoce el socialista José Antonio Díaz, actual delegado de Urbanismo, es "un ejemplo fallido del boom inmobiliario". Un proyecto, en cualquier caso, promovido por Baremo 80 e Hispánica de Congresos (Hispalcon).

Este lunes ha comenzado el derribo tras doce años de presencia ahí, presidiendo un alto junto al Hospital Universitario de Jerez, testimonio de un esfuerzo para nada. Incluso peligroso toda vez que no faltaron atrevidos que accedieron a una zona que ya era pasto del deterioro de las toneladas de hormigón utilizados en la mastodóntica estructura. Fue vallado y, hasta que han llegado las máquinas, escaparate de un despropósito. La crisis económica estallaría apenas un par de años después de la presentación del proyecto y los trabajos quedaron paralizados hasta el momento.

La quiebra de las promotoras y embargo de los bienes puso en marcha el procedimiento habitual. Solvia, una división del Banco de Sabadell comercializó el solar de 17.235 metros cuadrados sobre el que se esperaba ocupar un volumen de 7.207 metros cuadrados. El nuevo propietario, una compañía vinculada al empresario de Ubrique José Luis López, tiene ahora dos meses para culminar el derribo de la mole. A partir de ahora se planteará la construcción de un hotel de tres estrellas, un supermercado y una gasolinera, todo ello en un lugar interesante de la ciudad.

El delegado José Antonio Díaz se congratula ahora que en un lugar tan vistoso como el afectado, en plena Circunvalación como aún se conoce a esa importante vía de Jerez y junto al Hospital Universitario, comience a desaparecer finalmente ese recuerdo de lo que pudo ser y no fue. Se felicita porque años después se haya conseguido generar actividad económica en esa amplia parcela. Aprovecha, del mismo modo, para subrayar la iniciativa del Ayuntamiento para facilitar la llegada de inversiones a una tierra que tanto lo necesita.

La piqueta se emplea ahora, con determinación, contra todo ese hormigón en estado de degradación más que evidente. Con todo, no faltó quien, lamentando que semejante despilfarro en su construcción haya sido para nada, llegara a mencionar la posibilidad que tuviera algún tipo de uso completando su construcción. "Quizá una ampliación del centro hospitalario vecino", hubo quien pensó. Ahora se impone lo único lógico y el 'borrón y cuenta nueva' empieza a escribir otra historia sobre el solar que a primeros de año habrá quedado ya expedito para el nuevo proyecto.