Crisis con Venezuela

Yésica Quintero, venezolana en Jerez: "Tienen mucho miedo de hablar, incluso desde el extranjero"

La actual delegada de Bienestar Social del Ayuntamiento jerezano es portavoz de la preocupación de sus compatriotas residentes en nuestra tierra, que superan el millar de personas

Gabriel Álvarez

Jerez - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

      
      
             
      

Las relaciones económicas son un buen medidor del estado de cosas en Venezuela. Toca poner foco en los riesgos para la actividad comercial del actual estado de tensión generado desde el régimen chavista para comprobar que, ni para la llegada de los bienes de consumo necesarios, hay tregua en la escala totalitarista del Gobierno de Nicolás Maduro. Yésica Quintero, venezolana residente en Jerez de la Frontera, nos saca de dudas.

En cifras

990Venezolanos en Jerez

Ella es en la actualidad miembro del Gobierno municipal jerezano, en manos del PP, y delegada de Bienestar Social. Pero es su activismo y lucha desde que llegó, lo que la hizo cabeza visible del millar largo de venezolanos residentes en la ciudad. "Son alrededor de 900, habría que sumarles los que tienen nacionalidad española o europea, que se registran directamente en los datos del Padrón como comunitarios", explica.

Quintero asegura que "con respecto a la situación de los venezolanos que tienen un comercio bilateral entre Venezuela y España, debido a la razón obvia de que allí hay una dictadura, es un narcoestado represor y torturador, todas esas personas tienen miedo, no quieren hablar", afirma. Un interlocutor desde el país caribeño lo tiene claro: "La situación en Venezuela era caótica, pero ahora está peor, y empeora esos niveles de miedo".

Con respecto a la situación de los venezolanos que tienen un comercio bilateral, debido a la razón obvia de que allí hay una dictadura, es un narcoestado represor y torturador, todas esas personas tienen miedo

Yésica Quintero

Venezolana y delegada de Bienestar Social del Ayuntamiento de Jerez

Incluyen en ese miedo el sufrido por quienes ni en el extranjero se sienten seguros. "Sus negocios han sido mermados, es más difícil llevar productos porque no hay dinero con el que las personas los puedan comprar y miran con lupa todo lo que se lleva o se saca del país" dice Quintero, para la que "lo más triste es que, me indican, tienen miedo hablar incluso desde el extranjero porque hay gente dedicada a ver lo que se publica en redes o en los medios".

Las represalias a la vuelta al país pueden llegar a ser terribles: "Catalogan como una traición a la patria cualquier declaración sobre cómo está el país, allanan viviendas, persiguen a personas que han hecho comentarios en las redes sociales o que han hecho comentarios vía WhatsApp sobre la situación opresora". Una vez se ha producido alguna de estas situaciones, "son encarcelados, torturados, les piden dinero y los chantajean para salir de la cárcel..."

Nos pone Quintero ejemplos de propietarios de negocios de importación en Venezuela de productos agroalimentarios o suministros eléctricos con los que verificar todo lo que está ocurriendo con los comerciantes, como con toda la población. Pero nos imponemos la obligación de ponerlos en riesgo desvelando identidad alguna. Así están las cosas allí mientras la escalada de la tensión política con España crece.