Xerez DFC

Sufrir, vencer y liderar (Xerez DFC 1-0 Conil CF)

El gol de Máyor de penalti otorga a los azulinos los tres puntos y el liderato del subgrupo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Xerez DFC venció por la mínima al Conil CF gracias al tanto desde los once metros de Máyor. Una sufrida y merecida victoria que permite a los azulinos alzarse con el liderato del Subgrupo A de Tercera División y distanciarse dos puntos del segundo clasificado, el Xerez CD. Los de Pérez Herrera realizaron un buen partido ante un rival recio y muy bien plantado sobre el terreno de juego.

A pesar de las oportunidades para hacer el segundo y lograr una mayor tranquilidad, el marcador no se movió más y los 400 aficionados que volvieron a darse cita en Chapín tuvieron que sufrir hasta el final. Pero la angustia de los compases final del encuentro se vio recompensada con el mejor de los premios: tres puntos de oro que colocan al Xerez en lo más alto de la tabla.

Gol psicológico

Los xerecistas comenzaron el encuentro fieles a su estilo. Desde el inicio, el equipo dirigido por Pérez Herrera salió jugando y tocando desde atrás, construyendo el ataque desde propio campo. Enfrente se topó con uno de los rivales más duros del subgrupo, en ocasiones incluso impenetrable. El conjunto visitante, dirigido por Lázaro Cántaro, se mostró durante toda la primera mitad muy ordenado y concediendo pocos espacios.

Por momentos, el Conil daba un paso adelante y buscaba la presión alta, tratando de forzar algún fallo en la salida de balón xerecista. Y en alguna que otra ocasión estuvieron a punto de lograrlo. Pero los locales no se amedrentaron ni desistieron en su afán por romper el castillo conileño a base de posesión y buen fútbol.

Se antojaba complicado para los azulinos romper líneas y plantarse en el área rival. Cuando lo conseguían –sobre todo, gracias a las internadas de los hombres de banda-, a los xerecistas se les nublaban las ideas. No obstante, la paciencia y el buen juego tuvieron premio.

En una de las internadas de Bello por banda, el capitán logró retener varias veces un balón que parecía divido. En la última disputa, Javi Gómez lo derribó claramente dentro del área y el árbitro concedió la pena máxima. Era el minuto 44 y el Xerez tenía una oportunidad única para romper las tablas antes de enfilar el túnel de vestuarios.

Máyor, pichichi del equipo, asumió la responsabilidad. El delantero aspense no falló desde los once metros y perforó la portería defendida por Fran Sánchez con un fortísimo disparo. Prácticamente imparable. Con este tanto psicológico, por producirse justo antes del descanso, finalizó la primera mitad.

Sufrimiento hasta el final

Los de Pérez Herrera comenzaron los 45 minutos con el objetivo de aumentar su ventaja en el marcador y trataban de controlar la posesión. No obstante, la primera oportunidad sería para el Conil. El exxerecista Cuenca se plantó en un mano a mano contra Camacho del que salió victorioso el portero local. Gran actuación del guardameta azulino que ya en este minuto 52 fue salvador y que volvería a serlo más adelante, en la recta final.

A partir de ahí, se sucedieron varias llegadas con cierto peligro del Xerez DFC, que buscaba con ahínco el segundo tanto. La más clara la tuvo en sus botas Jacobo, uno de los nombres más destacados de la gran temporada azulina y uno de los hombres más activos el pasado domingo. En el 60’, recibió Jacobo un excelente balón dentro del área, pero su disparo se marchó alto por muy poco.

Los minutos corrían y ya en el último cuarto de hora, el partido se fue abriendo cada vez más. Un todo o nada. El Conil, motivado por el deseo de rascar algo positivo de Chapín, fue adentrándose paulatinamente en campo rival en busca de la igualada. El Xerez, con el paso de los minutos, se metía más atrás y buscaba sentenciar a la contra.

Pero ni Valenzuela ni Antonio Sánchez lograron culminar ninguno de los contrataques de los que disfrutaron en la recta final. Y eso que fueron unos cuantos. El guion dictaminaba que había que pelear la victoria hasta el último suspiro. Tocaba sufrir para vencer, y vaya si se sufrió.

Los visitantes, a la desesperada, colgaban balones al área. Con mayor o menor ortodoxia, varios de ellos inquietaron de manera certera a los xerecistas. El que más, un remate de cabeza de Ureba, ya en el descuento, que a punto estuvo de colarse por la escuadra. Voló Camacho para sacar una mano prodigiosa y para aupar al Xerez a lo más alto de la clasificación.

El tiempo añadido se hizo eterno –el colegiado indicó cuatro minutos, pero terminó concediendo varios más-. Pérez Herrera, el comandante del proyecto xerecista, no solo dirigía a sus jugadores sobre el césped, sino que también se giró para pedir a su afición que siguieran alentando en los instantes finales. Sus deseos fueron órdenes para los 400 aficionados, que rugieron como hacía tiempo que Chapín no rugía.

La vuelta del público a las gradas coincidió con una victoria importante del primer equipo, que se coloca líder tras la derrota del Xerez CD en Rota. También coincidió con un recital de Curro Rivelott. No es una novedad la calidad del canterano, pero es que una vez más cuajó un excelso partido y fue el timón del equipo.

Rivelott es la cabeza visible de una prometedora cantera, que será vital para los éxitos futuros del Xerez pero que ya, a día de hoy, da alegrías. El Xerez B se proclamó el pasado domingo campeón de su subgrupo tras imponerse por 4-1 a la UD Villamartín. Los pupilos de Francis, tras completar una excelente primera fase, aguardan ansiosos la fase de playoff a División de Honor. Hay futuro –también presente-, y de mucha calidad.