Asidonia-Jerez

La Iglesia en prisiones: "Cuando las conocemos conseguimos liberarnos de las rejas de fuera"

El cura Paco Muñoz, delegado de Pastoral Penitenciaria, analiza el mundo de la cárcel y presenta la campaña de Reyes para casi 2.000 reclusos en la que invita a la participación

Gabriel Álvarez

Jerez - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

El viernes de la 2º Semana de Adviento invita a reflexionar sobre la esperanza en 'El Espejo de Asidonia-Jerez'. La aguardamos para nosotros y, en el marco de la conversión especialmente propia en este tiempo de preparación de la Navidad, nos urgimos desearla para todos. Es posible que, de cuantas acciones específicas realiza la Iglesia diocesana para la sociedad en su conjunto, pocos lugares como las prisiones puedan ser marco de la mayor de las desesperanzas.

La Pastoral Penitenciaria es protagonista esta semana y el cura Paco Muñoz, delegado diocesano, el invitado con quien conocer que, como él confiesa, "intentamos, con nuestro grano de arena y nuestro esfuerzo, construir un mundo más humano en las prisiones, donde están estos hermanos nuestros que muchas veces están olvidados por las sociedades". Por ello, junto a muchas actuaciones durante el año, llegados a estas fechas ponen en marcha su Campaña de Reyes.

La Iglesia en prisiones: Cuando las conocemos conseguimos liberarnos de las rejas de fuera

TESTIMONIOS QUE ESTREMECEN

"Recuerdo la primera vez que la hicimos cuando un hombre con 50 años, al entregarle su pequeño regalo de Reyes, apenas un par de calcetines, se echó a llorar: era la primera vez en su vida que alguien se acordaba de él", evoca Muñoz. Experiencias como ésta impulsa que se siga en un empeño que cumple ya seis años y que vuelve a proponerse que, llegadas a esas fechas especiales, no le falte algún detalle a los casi 2.000 reclusos de Puerto I, Puerto II y Puerto III.

Otra experiencia fuerte vivida por la Pastoral Penitenciaria de Asidonia-Jerez tiene que ver con el empeño de Muñoz de que alguno de estos regalos llegara también a un peligroso terrorista yihadista. "Creía dirección que me lo iba a tirar, pero cuando vio el regalo y cuando le expliqué quienes éramos, que íbamos a compartir con él un poquito, aquel hombre cambio su cara y nos bendijo", explica con entusiasmo convencido de que "la generosidad y la solidaridad es la única manera de que se rompan las fronteras, de romper las rejas, de que se caigan los muros".

"En estos momentos hay algunos presos menos que otros años porque, ante la pandemia, se han producido menos ingresos y se han concedido más terceros grados", explica. Con todo, se cuantifican unos 1.300 en la mayor de estas prisiones, Puerto III, entre 60 y 70 en la primer grado de Puerto I y unos 500 en Puerto II. Para todos se quiere ofrecer algún pequeño regalo que, ante el virus, se organizan este año por medio de unas mochilitas a las que dar contenido.

La Iglesia en prisiones: Cuando las conocemos conseguimos liberarnos de las rejas de fuera

El cura Paco, Francisco Muñoz, delegado diocesano de Pastoral Penitenciaria de Asidonia-Jerez

CÓMO SE PUEDE COLABORAR

Calcetines, gorritos, bragas para el cuello, guantes de lana, calentadores de pies, monederos sin cremallera, calendarios, agendas, pasatiempos, cuadernos sin alambres, paquetes de caramelos... Para todo ello se pide la colaboración de cuantos lo deseen. Se recogen el las parroquias, especialmente en las de San Juan de Dios, la Asunción, el Perpetuo Socorro, San Pablo... Antes del 20 de diciembre han de estar entregados para, a partir de ahí, puedan ser organizados por los miembros de la Pastoral Penitenciaria para su entrega.

También se ha habilitado un número de teléfono móvil para, a través de envíos por Bizum, conseguir que, por medio de las aportaciones económicas, se logren regalos para todos ellos. Se trata del 647-849-818. Quien, sin embargo, prefiera hacer llegar los propios regalos deben saber que, así como se especifica que algunos artículos no contengan determinados elementos metálicos, están manifiestamente prohibidos desde Instituciones Penitenciarias los llaveros, las bufandas y los fulares.

La historia del Cura Paco, como le gusta que lo llamen más allá de nombres completos o cargos, es la de un hombre que se encontró con el trabajo en prisiones en el año 1979. De esos 42 años, 17 se han desarrollado en la Diócesis de Jerez. Cuenta con un "equipito muy bueno" formado por unos 50 voluntarios entre los que se hayan "siete y ocho sacerdotes". "La prisión está muy olvidada, aun siendo sagrario de la presencia de Jesús entre nosotros", explica destacando que, quienes se dedican a ello, "recibimos más que damos".

La Iglesia en prisiones: Cuando las conocemos conseguimos liberarnos de las rejas de fuera

LA EXPERIENCIA DEL CURA PACO

"He recibido un pulmón con el que respiro y con el que me he mantenido en mi sacerdocio", reconoce mientras insiste en que "lo que queremos es que la prisión se conozca, que solo se concoce por cosas malas". La Pastoral Penitenciaria y su misión en Honduras que mantiene gracias a la colaboración de un grupo de voluntarios. Botiquines por comunidades rurales, que tan alejada tiene la atención sanitaria, y un proyecto para niños en situaciones marginales son este otro objetivo.

"A medida que va uno conociendo la cárcel se libera de muchas rejas que tenemos también fuera", dice Muñoz regresando al tema principal que atendemos con él. "Éste es un lugar maldito donde reina la tristeza y no se condena el delito sino la pobreza" es una leyenda que un día encontró escrita y que ha marcado su devenir pastoral y personal. "Cuando uno conoce eso empieza a romper tantas rejas y tantas esclavitudes como nos rodean", afirma.

La Iglesia en prisiones: Cuando las conocemos conseguimos liberarnos de las rejas de fuera

'El Espejo de Asidonia-Jerez' de este viernes cuenta también con la reflexión de monseñor José Rico Pavés al cierre del Año de San José aprobado por el Papa Francisco y concluido el pasado 8 de diciembre; con los preparativos desde Cáritas Diocesana de la campaña de Navidad coordinada en antena por María José Orellana, responsable de comunicación, con las reflexiones de Juan Pérez, director de esta entidad de Iglesia, y con la recomendación del libro 'Al servicio de la verdad', del cardenal Robert Sarah, que nos hace Carmen Rodríguez.

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