Asidonia-Jerez

"En la fidelidad de las personas consagradas reconocemos la fuerza del amor divino"

Monseñor Rico Pavés agradece en su comentario semanal en COPE la entrega de las religiosas y religiosos en Asidonia-Jerez, que celebran estos días la Jornada de la Vida Consagrada

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Gabriel Álvarez

Jerez - Publicado el - Actualizado

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Monseñor José Rico Pavés ha presidido, en celebración llevada a cabo en la iglesia parroquial de San Dionisio Areopagita, la misa con la que conmemorar la Jornada de la Vida Consagrada. Con presencia fundamental de las personas que nutren las comunidades de religiosas y religiosos de vida apostólica presentes en la Diócesis de Asidonia-Jerez, así como en comunión con las de vida contemplativa que permanecieron en la clausura de sus respectivos conventos, no faltaron muchos laicos que, junto al pastor, agradecerles su oración y dedicación a la sociedad en función de cada uno de los carismas.

El obispo diocesano deja hoy, en su comentario semanal para la programación religiosa de COPE, muestra de esta gratitud convencido que, en efecto, "en la fidelidad de las personas consagradas a su propio carisma reconocemos la fuerza del amor divino y la belleza que salva el mundo". Escúchalo aquí y comprueba como "son múltiples las tareas evangelizadoras a las que se entregan las personas consagradas: oración y penitencia, educación, cuidado de enfermos y necesitados, acogida y acompañamiento de personas vulnerables..." "Pero todas esas tareas están animadas por un mismo amor", explica.

"Damos gracias a Dios por la entrega generosa de las personas consagradas, rezamos por las vocaciones consagradas y nos llenamos de inmensa alegría por que en la tarea eclesial de caminar juntos nos acompaña la vida consagrada", insta a todos los diocesanos. No debe olvidarse que, recién tomada posesión en julio del año pasado de su sede al frente de Asidonia-Jerez, monseñor Rico Pavés, tuvo en la visita a los conventos de todo el territorio diocesano un primer impulso para conocer la realidad eclesial que a partir de ese momento pastoreaba. Se trataba de una posibilidad de pulsar tal vitalidad de nuestras comunidades de religiosas y religiosos.

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