El Belenismo es ya Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial

Como unas castañuelas están los miembros de asociaciones belenistas de toda España como Jerez de la Frontera. Un mensaje de whasapp de su presidente, Ramón García, difunde y alardea de un logro que se espera sea reconocimiento que dé sus frutos a una actividad ancestral que, habiendo dado muchas vueltas estéticas desde que la pusiera en marcha San Francisco de Asís, mantiene vivo el espíritu de sus orígenes. Pero es que, además, constituye hoy en día una expresión artística de primer orden así como, desde siempre, centro de la vivencia familiar y social en general de una fiesta como la Navidad que tiene en ello uno de sus puntales esenciales.

El Consejo de Ministros ha aprobado la declaración del Belenismo como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, contribuyendo así a revalorizar estos oficios artesanales y potenciar los usos de la tradición. El real decreto aprobado por el Gobierno, y publicado este miércoles por el Boletín Oficial del Estado (BOE), supone el paso definitivo de protección después de que el Ministerio de Cultura y Deporte, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, iniciara el proceso el pasado 5 de enero, implicando ya un reconocimiento y salvaguarda de esta práctica.

A nadie le caben dudas que, aunque el origen está en el misterio del Nacimiento de Jesús al que rinden culto estas obras, el consejo de Ministros ha valorado que "el Belenismo trasciende lo estrictamente religioso para encuadrarse en una dimensión cultural, convirtiéndose en un hecho sociológico. Es muestra de una identidad colectiva presente prácticamente en toda España". Entre esos valores culturales se destaca "su contribución a la trasmisión de conocimiento de la cultura popular, mostrando oficios que pueden perderse".

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