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Así recibe en urgencias pediátricas Juan Pedro, el celador payaso
La situación sanitaria, con la presión añadida de la pandemia, es compleja especialmente para los niños, pero en el Hospital de Jerez la bienvenida tiene sello personal
Jerez - Publicado el - Actualizado
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"En mi hospital (y el vuestro) tenemos un celador en Pediatría que su mayor afán es sacarle una sonrisa a los niños hospitalizados; siempre va con su nariz en el bolsillo y se la pone cada vez que la ocasión se presenta, el niño le devuelve una sonrisa o él se la roba". Los padres no dudan expresar su gratitud en redes sociales. 'Ladrón de sonrisas' se titula esta entrada en Facebook que da pistas sobre Juan Pedro Gandolfo Villanueva, jerezano que encuentra en esta dimensión, como celador payaso, una alegría especial cada vez que acude al trabajo.
Aún recuerda el centro de salud, en la calle Higueras, de su ciudad natal, en el que comenzó su dedicación profesional en el terreno de la salud. Era 1984, y apenas si se trataba de cubrir las vacaciones veraniegas de otros compañeros. Pero llegó para quedarse para alegría de quienes ahora celebran su estilo en el trato con los pacientes y los familiares. Más tarde, al año siguiente, pasó por el gaditano Hospital Puerta del Mar y en 1986 ya estaba en el actual Hospital Universitario de Jerez, contribuyendo además a la mudanza a las nuevas instalaciones.
Treinta años en Urgencias Generales le dieron para ver mucho sufrimiento y acompañar en el dolor a mucha gente, comenzando entonces a entender que la simpatía, las sonrisas y el estilo que luego ha dado de sí tanto cuando le ha tocado recibir a niños era fundamental más allá de la mera eficacia profesional como celador. "Me impactó mucho, durante este tiempo, observar que el trato es básico, también en los familiares" reconoce subrayando que "las urgencias son el espejo del hospital porque el trato ahí va a repercutir en su bienestar y hasta en su curación final".
Pero han sido los cuatro años que lleva en las Urgencias Pediátricas los que han curtido su carácter y han pulido su estilo. "Yo siempre trato como me gustaría que me trataran a mí", dice. "Los críos son pequeñas mujeres y pequeños hombres ahí donde los ves, no se les va una, son muy pícaros, atentos a todos los movimientos que tú haces, y alguno ya viene baqueteado, acostumbrado a acudir otras veces y desgraciadamente ya saben lo que hay" añade lamentando que "ya tienen bastante con lo que los trae".
Eva Puebla Nicolás lo deja claro en su blog 'Diario de una residente de enfermería pediátrica': "Nosotros, como profesionales, podemos contribuir al bienestar de los niños hospitalizados, ofreciéndoles nuestra sonrisa todos los días". Y da la razón a Juan Pedro en la convicción que "la sonrisa reconforta, alivia, ayuda, agrada y anima". "No olvidemos la importancia de la sonrisa, que también cura y sana". La humanización de los entornos sanitarios, la promoción del juego, la creatividad y el arte contribuyen a ello.
Este celador jerezano viene ejerciendo este modo de actuar en su día a día desde hace tiempo. A la puerta de las Urgencias Pediátricas del Hospital Universitario de Jerez puedes encontrarlo. Su nariz roja estará en su sitio, o al menos en el bolsillo a la espera de poner algo de luz y simpatía al momento siempre impactante de acceder a un hospital con una traumatología o cualquier otra razón por la que es preciso llevar con emergencia a un niño o niña.