Piden compromiso municipal para que la Vía Verde de la Sierra comience en Jerez

El ferrocarril Jerez-Almargen quedó en agua de borrajas. No llegó siquiera a finalizarse la construcción de la infraestructura necesaria. Mucho menos se sintieron en puntos como Jédula, Arcos de la Frontera, Bornos, Villamartín, Puerto Serrano, Coripe, Zaframagón, Navalagrulla, Olvera o Corbones los efectos económicos y sociales que se estimaban al concebirse este proyecto en el que se empeñó el propio Miguel Primo de Rivera, jerezano de nacimiento y presidente de aquel gobierno/dictadura en los años treinta del pasado siglo.

Romper el aislamiento al que se veían condenados algunos de estos enclaves bien merecía la inversión prevista. Y su provecho era además tan redondo que el proyecto permitía que la línea enlazara, por Jerez, con el ferrocarril Cádiz-Sevilla, y, antes de alcanzar la malagueña localidad de Almargen, con la línea Algeciras-Bobadilla. Era considerada, pues, una obra no solo oportuna sino también necesaria para la salida del ostracismo de lugares verdaderamente necesitados de incentivos.

130 kilómetros, una docena de estaciones e importantes obras de fábrica como el gran viaducto de Zaframagón contemplaba el proyecto inicial del ingeniero Antonio Gallegos Sánchez que retomó Primo de Rivera e incluyó en el Plan preferente de Ferrocarriles de Urgente Construcción (1926). Tras algunas modificaciones sobre la idea original, comenzaron unas obras paralizadas cuando la llegada de la Segunda República, la mala coyuntura económica y, luego, la Guerra Civil se convirtieron en obstáculos insalvables.

LÍNEA FÉRREA ABANDONADA TRAS INFORME DEL BANCO MUNDIAL

Algún intento posterior, en los años cincuenta especialmente, condujeron a crear el 80% de las insfraestructuras pero el proyecto no las tenía todas consigo y, en 1962, un informe del Banco Mundial desaconsejó proseguir, ésta y otras, y reinvertir en la mejora de las líneas existentes. Las generaciones posteriores supieron de la vía trazada, de esas estaciones nunca usadas para su fin original y viaductos convertidos en inútiles soportes de un tren que, salvo Jerez-Arcos hasta los setenta, jamás circularía por ese lugares preciosos.

Con el empeño de aprovecharlos, reacondicionarlos y convertirlos en palanca de desarrollo para la Sierra aunque desde la perspectiva del ocio, el deporte y el turismo, 38 kilómetros entre Puerto Serrano y Olvera permiten su tránsito a ciclistas, caballistas y senderistas apoyados por alojamientos, restauración y otros servicios como los de alquiler de bicicletas. La experiencia funciona desde hace unos años con éxito y progresión creciente. Y ello impulsa que se intente recuperar el conjunto del trazado férreo pretendido para este otro uso.

DOS AÑOS DE PLATAFORMA CIUDADANA PARA SU RECUPERACIÓN

A comienzos de 2018, un amplio número de colectivos ciudadanos, deportivos, culturales y ecologistas de Jerez, Arcos, Jédula y Guadalcacín, constituyeron la Plataforma Ciudadana para la Recuperación de la Vía Verde de la Sierra con el objetivo prioritario de que, al menos, se pudiera recuperar el tramo comprendido entre Jerez y Arcos por ser el que menos dificultades entrañaba. Este tramo, de unos 30 km, permitiría la conexión de las dos mayores ciudades del trazado. Reclaman caminos seguros para la práctica deportiva, para el ocio y para el esparcimiento.

El contacto con la Diputación Provincial de Cádiz y la Fundación Vía Verde de la Sierra ha sido prioritario desde entonces. Como muestra del interés y de las expectativas de desarrollo que encierra, los ayuntamientos de Jerez, Arcos, Bornos, Villamartín y Puerto Serrano firmaron en mayo de 2018 un protocolo con la Fundación Vía Verde de la Sierra por el que se comprometían a implicarse en la extensión de la Vía Verde hasta Jerez. Y Diputación adjudicaría a la Fundación Ferrocarriles Españoles en 2020 la redacción del estudio de factibilidad.

MÁS DE 300.000 VISITANTES ANUALES

Con este proyecto, ahora en fase de realización, se delimitará la viabilidad de la ampliación de la Vía Verde que, antes de la pandemia, registraba un tránsito anual de más de 300.000 personas y suponía para los pueblos implicados un importante revulsivo económico. El interés por las Vías Verdes y su potencial ha llegado también a promover la recuperación de la Vía Verde Entre Ríos que Diputación ha impulsado recientemente junto a los ayuntamientos de El Puerto, Sanlúcar, Rota y Chipiona, como recuerda Ecologistas en Acción.

En esta situación, las organizaciones que confirman la Plataforma no quieren permanecer de brazos cruzados y dirigen su mirada al Ayuntamiento de Jerez para que "mantenga una actitud proactiva a favor del proyecto, para evitar que se repitan lamentables perdidas para la ciudad como ya sucedió con el Sendero del Guadalete". El Ayuntamiento de Arcos, por ejemplo, ha iniciado una serie de actuaciones tanto en materia de planificación urbanística, como en lo que se refiere al desarrollo de otras iniciativas que se han presentado el pasado diciembre para su financiación por los fondos europeos Next Generation que tienen como foco la recuperación de la Vía Verde.

PETICIONES AL AYUNTAMIENTO DE JEREZ

Y a Jerez se le pide que realice un seguimiento activo de la marcha del estudio que realiza la Fundación de Ferrocarriles Españoles y mantenga un diálogo fluido con Diputación y con ADIF en pro de la recuperación y acondicionamiento de la traza de Jerez a Arcos. "En este sentido creemos que la falta de un proyecto a medio plazo ha dejado pasar la oportunidad de recuperar la Casa de Postas de San José Obrero como equipamiento para la futura Vía Verde que, finalmente, ha sido demolida", lamentan.

Piden un reconocimiento del estado actual de la traza en el término municipal jerezano para evitar ocupaciones y vertidos y la señalización en puntos en los que haya estos riesgos. También la eliminación de corrales y cercados en la traza en las proximidades de la Calle Cerón y, de acuerdo con el Ayuntamiento de Guadalcacín, que se evite la progresiva ocupación de los terrenos donde proliferan los huertos y corrales que han dejado reducida al mínimo su anchura y la han cortado en algunos puntos, en el tramo que discurre paralelo a la Avenida de Nueva Jarilla.

Quieren que se señalice, como lugar donde está prohibido verter escombros, el tramo que junto a la valla del aeropuerto, en la margen izquierda de la CA-3104, donde ya hay numerosos vertidos y recientes ocupaciones con vallados de corrales y huertas. Y que se evite que la traza se convierta en un vertedero de estiércol o de residuos ganaderos y agrícolas, como se aprecia ya en algunos puntos en los Llanos de Caulina y en las proximidades del viaducto de El Rizo. Por último piden carteles que prohiban vertidos en la antigua estación de El Rizo-Arroyodulce, donde ya existe un punto en el que se arrojan vertidos de escombros, neumáticos y plásticos agrícolas en las trincheras de la traza.

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