Sequia
Jerez ya reza para que llueva
El pantano del Guadalcacín, a apenas un 30% y sin visos de lluvias inmediatas, motiva que estos días se celebren misas ante la Patrona Virgen de la Merced o el Cristo de las Aguas
Jerez - Publicado el - Actualizado
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La tradición de siglos que configuró el patronazgo de Nuestra Señora de la Merced Coronada sobre Jerez de la Frontera tiene bastante que ver con la de veces que se le atribuye haber echado un capote en momentos de sequia. Los antiguos labradores de la Campiña acudieron muchas veces a la basílica que preside la morena imagen y no en pocas ocasiones, atestiguadas por referencias históricas, exvotos y demás citas con mayor o menor acreditación, las nubes han descargado el agua necesaria poco después de una de aquellas rogativas.
Y eso ha vuelto a ocurrir nada más saberse que el pantano del Guadalcacín, principal abastecedor no solo de la ciudad sino de la mayor parte de la provincia de Cádiz, no en balde es el segundo más grande de Andalucía, apenas cuenta con un tercio de su capacidad. En la tarde de este miércoles tenía lugar una celebración eucarística con tan inequívoca intención como la que reza en esta convocatoria presidida precisamente por la que es Patrona de Jerez por aclamación desde 1272. La proclamación canónica llegaría siglos más tarde.
Pero no todo queda en la Basílica de la Merced. En el centro de Jerez viene siendo objeto de un triduo extraordinario de rogativas por la necesaria lluvia el Cristo de las Aguas, yacente que recibe culto en la iglesia parroquial de San Dionisio Areopagita. En éste otro caso, hablamos también de una tradición importante de rezos que, en torno a esta imagen de factura anónima y que se estima de finales del siglo XV, también buscan las precipitaciones que subsanen las necesidades históricas tanto del campo como de los vecinos de Jerez.
278,86 HECTÓMETROS CÚBICOS EN EL GUADALCACÍN
Lo cierto es que las noticias que llegan desde la Sierra no son buenas. Como se sabe, el problema de grandes almacenamientos de agua como el pantano del Guadacacín, con una capacidad total para 800 hectómetros cúbicos, es la pérdida por evaporación. Los factores que más influyen en ella son la temperatura, el viento y la radiación solar. Y, desgraciadamente, en estos últimos meses de diciembre y enero todos han sido negativos, aunque las horas de sol sean pocas en momentos del año como éste.
La ausencia de nubosidad durante muchas jornadas ha provocado que la efectividad de esta evaporación haya sido alta. Sin nubes siquiera para amortiguar este efecto, de precipitaciones ni hablamos. Es así como todos los pantanos están sufriendo una caída paulatina del volumen de agua embalsada. Pero el mayor embalse de la provincia y segundo andaluz es el que más miradas se lleva: 278,86 hectómetros cúbicos registra a día de hoy, 10 de febrero, el Guadalcacín.
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