Semana Santa

El Convento de Santa Ángela de la Cruz, hogar temporal de la Hermandad del Consuelo

El regreso de la corporación a su barrio está previsto para 2021, cuando esté construida la nueva capilla

Traslado Consuelo 1

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Las puertas de la que ha sido sede de la Hermandad durante los últimos años se abrían en la tarde del pasado viernes para despedir a la corporación. De no encontrarse con imprevistos, los cofrades del Pelirón regresarán a su barrio en 2021. No obstante, el regreso tendrá como horizonte la nueva capilla que se construirá durante este periodo. Ante la imposibilidad de mantenerse en la sede actual durante la construcción de ésta y tras el infortunio sufrido en la parroquia de Las Viñas, pensada como sede provisional en un primer momento, tocó buscar un lugar donde dar cobijo a las imágenes. Fue entonces cuando las Hermanas de la Cruz, motivadas por la ayuda al prójimo que su fundadora llevó a gala durante toda su vida, decidieron aceptar que su casa fuera también el hogar temporal de las imágenes. También influyó la estrecha relación que vincula a la orden con la Hermandad, pues Santa Ángela de la Cruz y Santa María de la Purísima son titulares de ésta.

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El reloj marcaba las ocho y escasos minutos cuando la cruz de guía se echó a las calles del barrio. La estampa era muy distinta a la que se repite cada Miércoles Santo, y no solo por la falta de capirotes azul marino. Lo primero que llamaba la atención era la ausencia de la cruz al hombro de Nuestro Señor del Amparo, que se nos presentaba maniatado. La primera de las estampas únicas que nos dejó aquella jornada.

Por su parte, María Santísima del Consuelo estaba ataviada de una manera muy singular, acorde al carácter histórico del traslado e inspirada en el hábito de las Hermanas de la Cruz. Era la segunda de las estampas que quedarán grabadas para la posteridad en la memoria de vecinos y devotos.

El acompañamiento musical también fue novedoso. El Quinteto de Viento Metal Vía Crucis anunciaba la llegada del Señor, mientras que la Capilla Musical Sonos Angeli acompañaba el andar de la Dolorosa. Sin duda, el aspecto musical fue otro acierto que ayudó a enfatizar la solemnidad y elegancia del traslado.

Fue en la calle Batalla de Aina cuando se vivió el primero de los numerosos instantes emotivos del recorrido. Los hermanos emprendían el camino a su nueva casa despidiéndose, precisamente, de una de sus sedes primitivas. "Esta es la casa de la Virgen", se llegó a escuchar de boca de uno de los vecinos del barrio que presenciaba el saludo a ese domicilio que otrora fuese hogar de María Santísima del Consuelo.

Con la caída de la noche y tras haber recibido el sincero obsequio en forma de ramos de flores de varios devotos, los cofrades de la Hermandad del Miércoles Santo dejaban atrás su barrio para alcanzar el centro de la ciudad. El ocaso del traslado fue, a su vez, el momento cumbre del mismo. Se dibujaba una sonrisa de mejilla a mejilla en el rostro de todas las Hermanas, felicidad motivada por la idea de levantarse todos los días y encontrarse con Nuestro Señor del Amparo y María Santísima del Consuelo. Y así será hasta que la finalización de la nueva sede augure la vuelta de los vecinos más queridos al barrio del Pelirón.

Fotografías: Miguel Guerrero