Se le cae el techo a su abuela de Cádiz por la DANA y la forma en la que se lo toma enamora a todos: "Me lo dijo Dios"
Pepe comparte el testimonio de esta afectada por las intensas lluvias que asoló esta provincia hace un mes y se hace viral en TikTok por lo que cuenta
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Hace un mes, la provincia de Cádiz fue azotada por una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), una tormenta que provocó intensas lluvias, inundaciones y graves daños en diversas localidades. Pero, entre las historias trágicas de la naturaleza, hubo una que destacó por su tono tan peculiar y humano: la de una abuela gaditana, cuya reacción ante la tormenta se hizo viral en TikTok, conquistando a miles de personas por su fe, serenidad y sentido del humor. La historia fue compartida por su nieto, Pepe, en un video que rápidamente dio la vuelta a las redes sociales.
El video comienza con una breve conversación entre Pepe y su abuela, mientras la mujer relata cómo había experimentado el paso de la DANA en su hogar. En el audio, la abuela, sin perder su calma, describe cómo el techo de su casa se desplomó debido a las fuertes lluvias. Lo que en principio podría haber sido una situación aterradora, la mujer lo relata de una forma tan serena y peculiar que ha logrado enamorar a quienes escuchan su historia.
Pepe comienza preguntándole si recordaba cómo le había dicho que, con la llegada de la DANA, ella podría haberse visto afectada. La abuela, sin inmutarse, responde: “No, no me vas a tocar porque Dios me dijo que se caía un casito y me avisó”. Pepe, un poco incrédulo, le pregunta si realmente sintió que Dios la había avisado antes de que sucediera el accidente, y la respuesta de la abuela es tajante: “Me fui a la azotea, pero no me quedo de la azotea. Si no, me mata, vamos”.
Lo que más impresiona de este testimonio es la forma en que la abuela toma la situación, con una fe inquebrantable y un aplomo que calma incluso las tensiones más graves. Aunque el techo de su casa se vino abajo, su principal preocupación no es el desastre material, sino la sensación de que fue protegida por una fuerza divina.
su abuela de Cádiz
Lo que inicialmente podría parecer un relato angustiante se convierte, de la mano de esta abuela gaditana, en un mensaje de esperanza. Su relato no solo refleja la capacidad de aceptar con gracia los imprevistos de la vida, sino también la confianza en que, a pesar de los desastres naturales, siempre hay algo o alguien que nos protege.
La calma con la que describe lo ocurrido y su fe en un aviso divino tocó la fibra de miles de personas que, en medio de las tragedias, encontraron un atisbo de esperanza en sus palabras.
“Me lo dijo Dios”, repite la abuela, como si no hubiera lugar a dudas sobre el origen de su presunta salvación. Y ese simple acto de fe, junto con la manera tan genuina en que lo cuenta, han hecho que su testimonio resuene profundamente en las redes sociales.
En un mundo donde los desastres naturales y las tragedias nos golpean constantemente, esta abuela, con su sonrisa tranquila y su creencia, se ha convertido en un símbolo de resistencia y serenidad ante la adversidad.
enamora a todos
El video de Pepe, compartido inicialmente en TikTok, ha alcanzado miles de visualizaciones y ha generado una ola de comentarios positivos. La gente no solo se siente atraída por el humor y la humildad de la abuela, sino también por el mensaje profundo que transmite, como si de un testamento de vida se tratara. La abuela de Cádiz no solo logró protegerse del techo que se desplomaba, sino que, sin quererlo, ha hecho un acto de salvación mucho mayor: inspirar a los demás a enfrentar las dificultades con fe y tranquilidad.
En medio de la tragedia de la DANA y las fuertes lluvias que devastaron parte de Cádiz, esta abuela ha demostrado que, a veces, el poder de la fe y la serenidad pueden ser más fuertes que cualquier tormenta. A través de su testimonio, muchos se han sentido reconfortados, no solo por la historia en sí, sino por la actitud positiva con la que la abuela la relató. Un recordatorio de que, ante cualquier adversidad, siempre hay una luz de esperanza, y en este caso, esa luz llegó de la mano de una anciana con una fe tan sólida como las montañas de su tierra.