'El vuelo de Hypnos' volverá a Almedinilla para concluir las propuestas creativas de su XIII edición

La localidad cordobesa de Almedinilla volverá a convertirse en referente del arte contemporáneo con la segunda etapa de la XIII edición de 'El vuelo de Hypnos', propuesta creativa que cuenta con el apoyo de la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí de la Diputación de Córdoba. Según ha explicado la presidenta de la fundación, Salud Navajas, "esta edición se cerrará con una segunda etapa, en la que Rafael Blanco, Paloma Cruz y Eduardo Rodríguez, artistas que ya dieron a conocer sus creaciones, vuelven a coger las riendas del proyecto y concluirán sus propuestas artísticas".

Tal y como ha expresado Navajas, "durante la jornada del 11 de junio se desarrollarán, por parte de los mencionados creadores, diferentes acciones que pondrán en valor nuevos espacios públicos del municipio, manteniendo la relación entre el arte contemporáneo y el patrimonio histórico local". "Ya a finales del verano, y con los resultados de las dos etapas, se editará un catálogo que aportará sobre las intervenciones y los procesos de trabajo de los últimos meses. Una cuidada edición que como fin último aspira a convertirse en documento testimonial del proyecto", ha añadido la también delegada de Cultura en la Diputación.

Asimismo, ha puntualizado que "'Paisajes simulacro (entre la simulación y la efectividad)', titulo de esta edición de 'El vuelo de Hypnos', vuelve a ser comisariada por el Juan López López, quien además será el responsable del catálogo final". La programación prevista para esta segunda etapa de la iniciativa contempla para el 11 de junio una fusión del trabajo preparado por Paloma Cruz y la performance de Delia Boyano; siendo la Villa Romana el espacio escénico elegido para que el público se sumerja en los sonidos del barro, el agua y el propio cuerpo. Del mismo modo, el trabajo de Rafael Blanco en el CEIP Rodríguez Vega se completará con motivos realizados por alumnos del centro de 1º de la ESO. Finalmente, la propuesta creativa de Eduardo Rodríguez le llevará a volver a la Villa Romana de Almedinilla, en cuyo jardín dejó una estela de bolas de tierra y trigo y que ahora procederá a recolectar.