Casi la mitad de los cánceres de próstata se convierten en metastásicos

La incidencia se sitúa por encima de los 100 casos por cada 100.000 habitantes y afecta sobre todo a hombres a partir de los 45 o 50 años

Redacción COPE Córdoba

Córdoba - Publicado el - Actualizado

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Un año más el movimiento Movember regresa, para llamar la atención de la población masculina y concienciar sobre la importancia del diagnóstico precoz de esta enfermedad, que supone en torno al 23% del total de casos de cáncer, excluyendo el de piel no melanoma. Concretamente, la incidencia se sitúa por encima de los 100 casos por cada 100.000 habitantes y afecta sobre todo a hombres a partir de los 45 o 50 años.

Profesionales de las diferentes especialidades que forman parte del abordaje integral de esta patología e investigadores, paciente y periodistas se han unido hoy para llamar la atención de la sociedad y recordar que, en este tumor hay factores de riesgo como la genética, la edad o la raza negra que nos deben hacer estar vigilantes.

“Aparte de los factores ya mencionados, que aumentan el riesgo pero sobre los que no podemos influir, sí que podemos tener en cuenta que un estilo de vida saludable lo disminuye. Además, hay que tener en cuenta que las revisiones rutinarias que se realizan en Atención Primaria ayudan al diagnóstico precoz de la enfermedad, que permitirá emprender acciones para lograr su curación”, ha explicado el jefe de Urología del hospital, Francisco Anglada.

En este sentido, la mayoría de los pacientes que llegan a las consultas de Urología provienen de Atención Primaria, donde los y las médicos de familia les han realizado una determinación del PSA (antígeno prostático específico), una proteína que producen las células de la próstata (benignas y malignas), ya que este tumor no suele presentar síntomas. Los resultados de este análisis, que se realiza a partir de los 50 años aproximadamente, indicarán la necesidad de derivar al paciente al servicio Urología del Hospital Reina Sofía, ya que un valor elevado puede estar relacionado con la presencia de un cáncer de próstata.

DIAGNÓSTICO

Una vez que la persona llega al hospital, el equipo de Urología realizará un estudio personalizado del paciente junto con el resto de especialidades implicadas en la detección y diagnóstico de este tumor. En esta primera evaluación, en la que se inicia el camino del diagnóstico, los y las profesionales de Urología tienen en cuenta multitud de factores como la edad, la elevación del PSA, la raza, etc.

Cada año, el Hospital Reina Sofía detecta 250 nuevos casos de cáncer de próstata, realiza 1.250 consultas de pacientes con sospecha de presentar esta patología y practica unas 500 biopsias. En función de estos criterios, el paciente puede ser atendido por Radiodiagnóstico (a través de la realización e informe de imágenes de Resonancia Magnética, que se utilizará para guiar en cooperación entre Radiología y Urología la biopsia –biopsia con fusión- o para planificar la cirugía si finalmente es necesario); Medicina Nuclear (para la realización de pruebas como el PET o la Gammagrafía) para el abordaje.

Después, interviene Anatomía Patológica (analizando el tejido prostático extraído de la biopsia para su estudio, que determinará la existencia o no de células tumorales y la gradación de las mismas). Una vez confirmada la enfermedad y su alcance, se acuerda con el paciente el tratamiento más adecuado, que puede variar desde la vigilancia a otras intervenciones como la radioterapia, la cirugía o el uso de fármacos.

Precisamente hoy ha estado presente José Arroyo, paciente que lleva 8 años en seguimiento activo. José ha explicado a los medios de comunicación que lleva una vida totalmente normal y que, en su caso, lo único que tiene que hacer es acudir a sus citas periódicas en el hospital para controlar y revisar su estado de salud.

TRATAMIENTO Y SEGUIMIENTO

Una vez diagnosticado, se inicia un plan de tratamiento personalizado, que puede requerir también la participación de diferentes especialidades, que se determinará dependiendo del tipo de células, del estadiaje del cáncer, etc. En este proceso se promueve la implicación del paciente en la toma de decisiones, pues en ocasiones se dispone de diferentes opciones de tratamiento para un mismo caso. Igualmente, distintos tratamientos pueden ser complementarios o secuenciales para conseguir un mejor control de la enfermedad.

Así, el tratamiento de una persona podrá centrarse en la cirugía (prostatectomía radical con o sin vaciamiento ganglionar, donde intervendrá de nuevo Anatomía Patológica para estadificar el cáncer, determinar si la resección ha sido completa y valorar ciertos factores prnósticos según la histología del tumor), o en radoterapia o fármacos o combinaciones de los mismos. Según destaca el doctor Anglada “en estos momentos, en los que la detección de la mayoría de los casos de cáncer de próstata se produce en estadíos iniciales, obtenemos la curación de la enfermedad en la mayoría de casos con enfermedad localizada, diagnosticados precozmente”.

De ahí la importancia de la observación y participación en revisiones periódicas. No obstante, hay que seguir avanzando en el conocimiento de este tumor en cuyo tratamiento se ha progresado mucho en las últimas décadas. “La evidencia nos ha ido marcando el camino de selección de pacientes para ampliarles las opciones de tratamientos con intención curativa, es decir, en la actualidad es frecuente ofrecer, en determinados casos, más de una actuación con intención curativa, que puede ser simultánea o secuencial”.

Otro de los ejemplos que señala el jefe de Urología del hospital es la posibilidad de ofrecer al paciente con un tumor de bajo riesgo, la opción de la vigilancia, “evitando así los efectos secundarios de otras opciones más agresivas como la cirugía o radioterapia”. Este precisamente es el caso del paciente que hoy ha participado en la rueda de prensa.

La incorporación de la cirugía robótica; la biopsia por fusión; la suma de tecnología de altas prestaciones como la RM o el PET, que ofrecen nuevos trazadores no sólo para el diagnóstico, sino también para detectar una posible recidiva; los tratamientos de gran precisión que se ofrecen en Oncología Radioterápica (que realiza cada año unos 300 procedimientos dirigidos, ya sea con intención curativa o complementarios a una prostatectomía) gracias a los aceleradores lineales de alta gama y a la utilización de la imagen guiada por ecografía, que permite monitorizar el movimiento de la próstata durante la irradiación, entre otros.

Todos ellos son avances que se han incorporado al tratamiento de estos pacientes en los últimos años, aunque aún quedan muchos retos en el camino, como el avance en la incorporación de la terapia focal. Los especialistas explican que todas estas acciones han ayudado a obtener diagnósticos más ajustados y precoces, a disminuir las sesiones de tratamientos, el número de biopsias, a ofrecer opciones personalizadas y nuevas posibilidades en determinados pacientes con enfermedad no localizada a homogeneizar el manejo del paciente en toda la provincia, entre otras cuestiones.

FUTURO

La investigación es la otra gran línea de trabajo frente a este tumor del que se desconocen las causas. En Córdoba, gracias a IMIBIC, esta actividad se ha incrementado notablemente durante los últimos años, lo que supone acercar los tratamientos más novedosos a la población de referencia.

Así, en estos momentos, hay activos numerosos proyectos de investigación y ensayos clínicos en todos los escenarios de la enfermedad desde el diagnóstico con el ensayo “PRIME TRIAL” hasta numerosos ensayos terapéuticos en los estadios de enfermedad avanzada.

Todos estos trabajos estudian nuevos marcadores para realizar un diagnóstico más preciso y precoz, así como la mejora de las técnicas diagnósticas de imagen y de los tratamientos. Cabe destacar el logro de la financiación de un proyecto desde el ministerio de sanidad en la convocatoria 2022 de la Acción Estratégica en Salud 2021-2023, de subvenciones de Proyectos de I+D+I en salud en relación a biomarcadores proteicos y radiómica con resultados muy prometedores presentados en reuniones internacionales.

También destacan estudios colaborativos multicéntricos como PSMAND, que se lideran desde Córdoba, o aquellos en los que se colabora y que están relacionados con marcadores e imagen para diagnóstico o registros nacionales de Vigilancia activa como AEU-PIEM/2014/000. En el campo de los ensayos clínicos, Córdoba desarrolla un importante trabajo a través de las diferentes disciplinas implicadas en el abordaje de este tumor.

Así, por ejemplo, los profesionales del hospital y del IMIBIC trabajan en estudios multicéntricos para la evaluación de la resonancia magnética como el ensayo PRIME TRIAL cuyos resultados finales serán pronto conocidos, pero del que ya se han visto resultados en la capacidad de mejorar la calidad de las imágenes de la resonancia magnética o, también, destacan los proyectos que el doctor Raúl Luque lidera junto con el grupo de Oncobesidad y metabolismo (GRAPCAN, entre otros).

En cuanto a la Oncología Médica, la cada vez más creciente actividad en ensayos clínicos ha permitido incrementar la inclusión de pacientes con cáncer en un 25%, de los que más del 10% son pacientes con cáncer de próstata. Según explica la oncóloga médica María José Méndez “en los últimos años hemos asistido a un importantísimo avance de los tratamientos sistémicos contra la enfermedad avanzada, se están desarrollando nuevos tratamientos dirigidos a mutaciones concretas de algunos tumores, radiofármacos que actúan de forma selectiva sobre las células tumorales, y agentes inmunoterápicos”.

Otros proyectos destacados en este campo son el estudio europeo PEGASUS, el Registro Internacional de Movember, el ensayo Python o el proyecto multicéntrico que busca describir la variación en el tratamiento y los resultados en una población representativa de pacientes con cáncer de próstata avanzado.

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