La Córdoba del siglo XIX, vista a través de la maestría de Jean Laurent

Hasta el próximo 2 de mayo se puede visitar en el Colegio de Arquitectos de Córdoba (Avenida Gran Capitán, 32, de 11:30 a 14:30, de martes a domingo) la exposición “La Córdoba de Jean Laurent”, dentro de la 17ª Bienal de Fotografía de Córdoba.

Jean -o Juan- Laurent nació en Garchizy (Francia) en 1816, pero residió en Madrid desde 1843. Tras trabajar como cartonero y en la elaboración de encuadernaciones para libros consiguió establecer en 1856 su primer estudio fotográfico en la Carrera de San Jerónimo. Su fama aumentó a partir de convertirse en “Fotógrafo de Su Majestad la Reina” Isabel II entre 1861 y hasta la Revolución Gloriosa. Logró abrir una tienda también en París donde vendía las fotografías que hacía él o sus empleados en España y Portugal. Finalmente falleció en Madrid en 1886, donde está enterrado en el Cementerio de La Almudena.

Laurent era un “influencer” de su época describe en su blog el fotógrafo y coleccionista de la exposición Antonio Jesús González (responsable del archivo de Diario Córdoba desde 1986). Explica a COPE González que esta exposición “es una propuesta para esta Bienal de Fotografía de Córdoba en la que a través de un grupo de 40 fotografías originales del siglo XIX pretendo mostrar la Córdoba de esa época mediante la visión de un fotógrafo -uno de los más importantes de su tiempo- que tuvo un proyecto de documentar toda España con sus imágenes”.

El francés llegó a hacer a partir de 1863 “casi 200 fotografías de Córdoba más allá de la Mezquita Catedral, que era la imagen típica que todos los fotógrafos del XIX venían a realizar a la ciudad” desde que fuera tomada la primera fotografía conocida de Córdoba en 1844 (una visita del cordobés J. Albors a la Mezquita).

Laurent muestra en sus imágenes “distintos barrios de la ciudad, especialmente de los cercanos al río, pero también en las nuevas obras públicas del ferrocarril a Córdoba con alguno de los puentes que unen Córdoba a Madrid o Málaga y también realiza un completo estudio de las principales piezas del museo arqueológico y del tesoro de la Mezquita-Catedral”.

Con todo, en opinión del experto fotógrafo el más interesante de los reportajes es el que retrata “los cordobeses de la época, en el que se muestra cómo era la vida cotidiana de la ciudad. Es un trabajo de gran valor documental y de una gran belleza estética. Me gusta especialmente el reportaje sobre los ermitaños de la Sierra. Un trabajo de enorme valía y uno de los primeros trabajos artísticos de la fotografía española dentro del primer movimiento artístico de la historia de la fotografía como fue el pictorialismo”.

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