Esta es la clave para combatir el estrés postvacacional de estas fechas

La psicóloga Johanna Alaminos detalla que es normal sentirse triste unos días tras disfrutar unos días lejos del trabajo y nos cuenta qué hacer para que no nos afecte demasiado

Toni Cruz González

Córdoba - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

¿Le pesa la vuelta al trabajo? No se preocupe. El síndrome postvacacional existe y es normal. Y no es una enfermedad. Ese agotamiento, hastío, anhedonia, pesadez... Es sólo un periodo transitorio de readaptación a lo cotidiano. Así nos lo ha explicado la psicóloga Johanna Alaminos: "Cuando nos reincorporamos a la actividad laboral después de un periodo largo de desconexión es cuando sale esa ansiedad o presión por volver al trabajo". Se suele dar más "cuando no nos gusta lo que tenemos que hacer o es monótono, si hemos desconectado de forma total en la playa o hemos hecho un gran trabajo nos cuesta y es normal. Sentimos hastío o malestar en general. No es una enfermedad, sino un proceso porque tenemos que volver a adaptarnos".

Para que ese retorno sea más llevadero, Alaminos recomienda "que ese regreso no sea de sopetón. Tenerlo programado con anticipación. Es decir, no regresar de vacaciones el 14 y volver a trabajar el 15, porque no tienes tiempo de adaptación ni en casa. Lo ideal es tomarte un par de horas para ver la agenda de trabajo y los pendientes. Que esa incorporación sea más paulatina y no de golpe, porque va a disminuir tu rendimiento y vas a tener cambios de humor".

"Tendemos a enfocar todo a pasarlo bien durante las vacaciones"

El problema muchas veces es "que tendemos a enfocar todo a pasarlo bien durante las vacaciones. Si todo lo enfocamos a que trabajando no tengo momentos para mí y para hacer algo que me gusta, esa sensación de hastío es peor si lo comparamos con las vacaciones de otros. Eso no nos beneficia". El regreso tiene que ser gradual "y que incorpores en tu vida diaria momentos también de diversión, porque si no nuestro cerebro se pone en alerta porque piensa que todo lo bueno se acaba. Por eso tenemos esa sensación de ansiedad y de cansancio injustificado porque tienes que volver a adaptarte a la rutina. Nos da miedo sentir esas reacciones psicológicas normales".

Lo normal, en cualquier caso, "es adaptarse en tres o cuatro días y que esa sensación pase. Si llevas dos o tres semanas así, lo mismo debes pensar en pedir ayuda en un especialista con técnicas y herramientas o un facultativo para que te diga si requieres medicación o no. La automedicación es boicotearse a uno mismo".