Proyecto Hombre amplia su capacidad de servicios en Córdoba y atenderá a grupos específicos

COPE conversa con su director en Córdoba, Jesús Tamayo, sobre cómo salir del agujero de las adicciones y los factores que propician las mismas

Laura García

Córdoba - Publicado el - Actualizado

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La sede de Proyecto Hombre en Córdoba ya cuenta con una plata baja, que se terminó de remodelar la semana pasada, para hacer frente al aumento de la demanda que se produjo durante los meses más duros de la pandemia y que ahora ha dejado huella. En COPE nos hemos acercado a este edificio que es un oasis en el desierto de quienes se pierden en una adicción de la que se convierten en víctimas. Cada día, este lugar atiende a 60 personas que no tienen hogar. Con este nuevo espacio, Proyecto Hombre va a comenzar a atender a personas con trastorno de salud mental y adicciones. "Hay personas que necesitan dedicar más tiempo a un periodo de deshabituación. Cambiamos sus hábitos por otros más saludable. En el periodo de reconocimiento personal es donde ellos se dan cuenta de por dónde han pasado para que en su vida tenga cabida la conducta adictiva", explica Jesús Tamayo, director de Proyecto Hombre en Córdoba.

"Hay un punto antes de llegar ahí que es reconcer que tienen un problema en la soledad. El momento en el que se hacen conscientes de que tienen un problema, que la situación se les ha escapado de las manos y que lo único que hacen para mantener ese estatus les hace cada vez más daño. Una vez que llegan ahí, hay que superar la barrera de reconocer esto ante los demás". Es ahí donde una personas que se encuentra inmersa en proceso de adicción acude a pedir ayuda.

El botellón: un consumo de alcohol cada vez más creciente entre personas cada vez más jóvenes

Con el alcohol también se puede caer en la adicción, más incluse porque se trata de una droga legalizada, de acceso a todo el mundo. En especial, de personas cada vez más jóvenes (a pesar de que esto si que no es legal). La edad media en la que los niños comienzan a consumir alcohol, según un informe de Proyecto Hombre, es a los 14 años. Esto obedece, princicipalmente, a un cambio en el patrón de consumo. "La generación anterior no accedía al alcohol con tantísima facilidad. En la siguiente juventud cambió el poder adquisitivo y los jóvenes dejaron de consumir alcohol en bares para hacer en lo que comenzó a denominarse como botellón. Lo peor de esto es que estos jóvenes ya no beben por diversión, sino que lo hacen, directamente, para intoxicarse".

Finalmente, donde antes el perfil masculino era el primer consumido, ahora se observa una igualdad en estos números: mujeres y hombres consumen alcohol por igual.